Mons. Ojea y la raíz profunda de desear "¡Feliz Navidad para todos!"
- 23 de diciembre, 2014
- San Isidro (Buenos Aires) (AICA)
El obispo de San Isidro, monseñor Oscar Ojea, explicó qué conlleva desear "¡Feliz Navidad para todos" y puntualizó que el misterio último de la Nochebuena es que Jesucristo vino porque ama a los hombres y viene a estar con ellos y a jugarse la vida por ellos. "Se llena para siempre nuestra soledad, por eso podemos ir a los afectos, participar de la mesa y retomar fuerzas para recomenzar y renovar nuestra vida. Quiera el Señor que la conversión de nuestro corazón en esta Navidad sea profunda", expresó.
El prelado subrayó que su raíz profunda es "que Dios viene a nosotros y se hace hombre y viene a acompañar el camino de nuestra vida, para iluminarnos con la potencia de su verdad y de su amor".
"Jesús acompaña a cada hombre en el camino de su vida, esto significa que nadie está solo, nadie está más solo, está acompañado para siempre por el Señor que viene a recorrer con nosotros el camino. Camino que empieza a recorrerlo hecho niño en un pesebre, como lo celebramos en la Eucaristía de la Nochebuena", agregó.
El obispo puntualizó que es en Nochebuena cuando viene a decirnos: "Empecemos de nuevo, vamos de nuevo, anímate que vale la pena vivir para el amor en serio, que vale la pena vivir para el servicio, vale la pena vivir para poder servir al corazón del hermano, para que en el corazón del hermano pueda surgir lo mejor anímate porque tenemos que construir mucho y queremos construir una comunidad. Solo en comunidad se puede vivir y se puede crecer, anímate porque tenemos que mejorar en este punto, en otro anímate porque el balance que hicimos de este tiempo o en el balance que hicimos de este año, hubo cosas que no podemos repetir, pero yo voy a estar, voy a estar para animarte no vas a estar solo".
Tras indicar que Él te dice que "vino para acompañar tu noche y tus días, tus tinieblas y tus luces, tus sombras y tu sol, vine para acompañarte siempre porque te amo de un modo incondicional", recordó que también señala que "no te amo porque me des algo o porque seas bueno o porque seas bello, te amo porque te amo y yo vine a estar con vos y me juego por vos y me jugaré la vida por vos".
Por último, monseñor Ojea afirmó que "éste es el misterio último de la Nochebuena" y explicitó: "Se llena para siempre nuestra soledad, por eso podemos ir a los afectos, participar de la mesa y retomar fuerzas para recomenzar y renovar nuestra vida. Quiera el Señor que la conversión de nuestro corazón en esta Navidad sea profunda".+