Miércoles 4 de diciembre de 2024

Mons. Ojea: 'El Adviento vuelve a llamarnos a una conversión profunda'

  • 3 de diciembre, 2024
  • San Isidro (Buenos Aires) (AICA)
El obispo de San Isidro definió este período litúrgico como "un tiempo nuevo que invita a alimentar sueños, a preguntarnos sobre el sentido de nuestra vida".
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El obispo de San Isidro, monseñor Oscar Ojea, recordó que, este domingo, toda la Iglesia comienza el Adviento, al que definió como "un tiempo nuevo, que invita a alimentar sueños, a preguntarnos sobre el sentido de nuestra vida; hacia dónde caminamos, por quién y para quién gastamos nuestra vida". 

"Esta actitud de atención, de vigilancia y de oración está contrastada en el Evangelio por esa frase de Jesús: 'Guárdense de la embriaguez, de las preocupaciones de la vida que nos atrapan'. Esta es la actitud de la resignación. Este es el quedarse dormidos", diferenció.

"Tiene mucho que ver con la evasión: cuando vivimos situaciones que, aparentemente nos superan, queremos huir; entonces el sueño, también, en ese sentido, es un modo de huir", graficó.

El prelado sanisidrense explico que el Adviento "es un llamado a despertarse, a abandonar esa pesadez del sueño y abandonar la pereza; abandonar esa sensación de que no podemos hacer nada".

"Es irremediable todo lo que sucede: la violencia, el maltrato, la crisis en tantos aspectos, las injusticias. No se puede hacer nada; entonces, como no se puede hacer nada, me hundo en la desesperanza y en la tristeza. El Adviento nos invita a levantarnos: 'Levanten la cabeza', dice el Evangelio", sostuvo.

"El Señor está cerca, levanten la cabeza", citó, y recordó: "Es una actitud marcada por el profeta, que nos lleva a esperar al Señor que viene; es esperarlo de pie y esperarlo con una oración incesante; no abandonar la oración, que es la actitud propia de este tiempo que nos vuelve a poner en eje".

Tras preguntar cuál es el sentido de la vida, planteó: "Me preparo, porque mi vida está hecha para un encuentro y para un encuentro con Alguien. El Adviento vuelve a llamarnos a una conversión profunda, a despertarnos".

"Del mismo modo, que la palabra de los profetas y la personalidad de nuestra Madre, la Virgen, que es la gran figura del Adviento, nos iluminen para caminar en la esperanza todo este tiempo, que desemboca en el encuentro de la Navidad", concluyó.+