Jueves 25 de abril de 2024

Mons. Mollaghan agradece a los rosarinos y pide rezar por su nueva tarea

  • 19 de mayo, 2014
  • Rosario (Santa Fe) (AICA)
El arzobispo José Luis Mollghan compartió hoy un mensaje con los sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos de la arquidiócesis de Rosario, a quienes agradeció por el tiempo compartido durante su gobierno pastoral, y les pidió oraciones para que pueda emprender con nuevo entusiasmo la misión para la cual el papa Francisco lo designó miembro de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Dejó entrever su deseo de colaborar con este cargo desde el país y viajar a Roma cuando sea necesario y afirmó que no dejará de servir como obispo "cerca de nuestra gente".
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Monseñor José Luis Mollaghan compartió hoy un mensaje con los sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos de la arquidiócesis de Rosario, a quienes agradeció por el tiempo compartido durante su gobierno pastoral, y les pidió oraciones para que pueda emprender con nuevo entusiasmo la misión para la cual el papa Francisco lo designó miembro de la Congregación para la Doctrina de la Fe.

El Santo Padre decidió nombrar a monseñor Mollaghan colaborador de una comisión pontificia in fieri -es decir, "en camino de hacerse o haciéndose"- para atender los recursos de apelación de los eclesiásticos acusados o sentenciados por delitos graves, como la pedofilia. Este nuevo mandato implica la conclusión de su gobierno pastoral al frente de la arquidiócesis. Permanecerá como administrador apostólico "sede vacante", con las facultades de obispo diocesano, hasta la designación de un nuevo arzobispo de Rosario.

Monseñor Mollaghan dejó entrever su deseo de colaborar con este nuevo cargo desde el país y viajar a Roma cuando sea necesario; afirmó que no dejará de servir como obispo "cerca de nuestra gente", dedicándose al ministerio del sacramento de la penitencia y al servicio de quienes lo necesiten, como invita el Papa.

"Mi intención es que no haya ninguna despedida; guardemos como momento trascendente de estos años lo vivido en la última misa crismal y en las recientes ordenaciones sacerdotales. Les agradezco por todo lo que trabajamos juntos durante este tiempo en la querida Iglesia de Rosario", comunicó el prelado.

Mensaje de Mons. Mollaghan a la comunidad de Rosario
Como han conocido en el día de la fecha por la publicación de la Santa Sede, a través de AICA, el Santo Padre Francisco ha querido designarme miembro de la Congregación para la Doctrina de la Fe, para colaborar en la Comisión Pontificia "in fieri" para los recursos de apelación de los eclesiásticos acusados o con sentencia por los delitos más graves y de pedofilia.

Esto significa volver a colaborar modestamente en el ámbito específico de la justicia y el derecho como lo hice anteriormente en la Curia de Buenos Aires, en la Conferencia Episcopal y como profesor y juez eclesiástico durante muchos años.

Por el momento el Santo Padre también me designó Administrador Apostólico de la Arquidiócesis, hasta la designación del nuevo arzobispo de Rosario. Asimismo posteriormente mi deseo es poder colaborar en este nuevo cargo desde nuestra patria, y viajar cuando sea necesario.

No dejaré de servir como obispo, cerca de nuestra gente, dedicándome también al ministerio del sacramento de la penitencia y al servicio de quienes me necesiten, como nos invita el Papa.

Por este motivo desde ya mi intención es que no haya ninguna despedida; y guardemos como momento trascendente de estos años lo vivido en la última Misa crismal de este año y en las recientes Ordenaciones sacerdotales. Les agradezco por todo lo que trabajamos juntos durante este tiempo - ya en el noveno año con ustedes -, en la querida Iglesia de Rosario.

Que sea la oración el modo de agradecer a Dios por cada uno de los sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos. Así, con nuevo entusiasmo, que pueda llevar adelante ahora esta misión. Para ustedes, les deseo que el Señor los bendiga, los ayude siempre y los reconforte con una viva esperanza.

Los invito a encomendar estas intenciones a nuestra Madre del Rosario, a quien le confiamos cada día las alegrías y las penas. Ella tiene memoria de lo que hacemos y de lo que necesitamos, y por eso recurrimos siempre a la Santísima Virgen María con la confianza puesta en las palabras dirigidas por el Señor a San Juan y a cada uno de nosotros: «Ahí tienes a tu madre» (Jn 19,26-27). + José Luis Mollaghan. Administrador apostólico de Rosario
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