Mons. Mestre: 'El cielo es la gran fiesta de Dios, absolutamente inclusiva y universal'
- 19 de octubre, 2023
- La Plata (Buenos Aires) (AICA)
El arzobispo de La Plata aseguró que "ser parte del Reino de Dios, en su preparación en la historia y en su consumación en el cielo es patrimonio de todos". "Dios quiere que todos se salven", destacó.
El arzobispo de La Plata, monseñor Gabriel Mestre propuso tres "puntitos" para reflexionar a la luz de la narrativa bíblica, sintetizados en tres palabras: Cielo, Todos, Libertad.
¿Cómo es el cielo?
En el primer punto, el prelado recordó que la Biblia, “para intentar hablar de la consumación del Reino de Dios, de la vida en el cielo, utiliza diversas imágenes. Una de las más importantes y utilizadas es la del banquete, una fiesta de bodas del hijo de un rey". "Lo propio de la fiesta es el gozo, la alegría y la felicidad”, añadió.
“Esta es la misma nota distintiva del cielo: gozo, alegría y felicidad plenos y sostenidos para siempre. No sabemos detalles del cielo, pero sí sabemos que el gozo, la alegría y la felicidad no tienen fin y nadie los puede arrebatar”, manifestó, al tiempo que aclaró que “tanto el Primero como el Nuevo Testamento muchas veces nos presentan la belleza del cielo como un gran banquete, un banquete de bodas absolutamente perfecto”.
Luego, invitó a preguntarse cuáles son las imágenes que “tengo del cielo”; o “cómo me han catequizado con respecto al cielo y la vida eterna”, y “qué implica para mí percibir el cielo en clave de ‘fiesta’, de banquete”.
La invitación al cielo es para todos
Mons. Mestre manifestó en este punto que el cielo “es la gran fiesta de Dios, absolutamente inclusiva y universal. Nadie queda fuera de este regalo de Dios: todos son integrados. Ser parte del Reino de Dios, en su preparación en la historia y en su consumación en el cielo, es patrimonio de todos”.
“Dios es así de generoso, Dios es así de inclusivo, Dios es rico en misericordia y quiere que todos se salven. Hoy también debemos salir a los ‘cruces de los caminos’ de la vida y de la historia e invitar a todos a ser parte del banquete del Reino de los Cielos”, agregó.
Además, recordó que el Papa Francisco “nos recuerda este elemento esencial de nuestra fe cristiana católica que no discrimina, que no hace acepción de personas, sino que invita a todos al gran banquete del reino”.
“¿Capto la apertura generosa de Dios que quiere que todos los seres humanos se salven? ¿Percibo la invitación gratuita de Dios a ser parte de su proyecto? ¿Me siento "invitado" por Dios a su ‘banquete’?”, se preguntó.
La libertad humana de aceptar o no aceptar la invitación
En el último punto, el arzobispo platense señaló que la gratuidad y la apertura de Dios “son absolutas y totales, y así lo vimos en el punto anterior. Sin embargo, paradojalmente existe un límite: la libertad humana. Más precisamente, el límite de la libertad humana, que puede ser mal usada y terminar rechazando al mismo Dios y su proyecto de vida”.
“Ante la propuesta universal, inclusiva, generosa y total de Dios que invita a la salvación, debe haber una respuesta adecuada, que elija aceptar esta invitación con absoluta libertad. ¡Que nuestra libertad sea fecunda y esté siempre abierta a la bondad, verdad y belleza que nos viene de Dios!”, finalizó.+