Jueves 21 de noviembre de 2024

Mons. Martínez exhortó a la comunidad de Posadas a ser misionera

  • 11 de marzo, 2019
  • Posadas (Misiones) (AICA)
Con motivo del comienzo de la Cuaresma, el obispo de Posadas, monseñor Juan Rubén Martínez, envió una carta pastoral a la comunidad diocesana titulada "Llamados a evangelizar", y con el lema de San Pablo, "¡Ay de mí si no predicara el Evangelio!". El propósito de la carta es que con "renovado compromiso", resurja "el llamado desde el bautismo a evangelizar"
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"Nos disponemos a celebrar el tiempo cuaresmal como tiempo de gracia y penitencia que nos prepara a vivir más intensamente el misterio central de nuestra fe que es la Pascua", comenzó diciendo monseñor Juan Rubén Martínez, obispo de Posadas, en su carta pastoral de Cuaresma.

El prelado invitó a "renovar nuestra fe, esperanza y caridad", y a "revisar nuestra vida en sus diversos aspectos, considerando nuestra vocación bautismal y el compromiso que todos tenemos de evangelizar", en la carta titulada "Llamados a evangelizar", y con el lema de San Pablo, "¡Ay de mí si no predicara el Evangelio!".

"El propósito de esta carta cuaresmal es que renovemos el compromiso que implica el sabernos llamados desde nuestro bautismo a evangelizar", indicó monseñor Martínez.

En este sentido, se refirió a la "alegría de evangelizar", haciendo referencia a la exhortación apostólica del papa Francisco, Evangelii Gaudium, y mencionó que el Santo Padre ya expresó "su deseo de acompañarnos a renovar, con la ayuda del Espíritu Santo, la misión evangelizadora que nos encomienda el Señor y que es la razón de ser de la Iglesia evangelizadora".

Por eso la invitación es a "convertirse en discípulos". "En la medida en que nos hacemos más discípulos y vamos haciendo un camino de maduración en la fe, tenemos una mayor experiencia del Cristo Pascual", sostuvo el prelado.

Sin embargo, aclaró monseñor Martínez, ocurren algunos desafíos evangelizadores como ser el catolicismo popular y el secularismo, o la capacidad de saber corregir al hermano para poder consolidar la misión.

Sobre el primer punto, indicó: "El secularismo es uno de los mayores problemas de nuestro tiempo: omite a Dios y deja al hombre expuesto al individualismo". Pero, "en nuestra realidad encontramos la convivencia del secularismo creciente con la vitalidad de la piedad y el catolicismo popular".

Destacó que "entre nuestra gente, en los barrios, se multiplican las ermitas y lugares de celebración. Esto se da sobre todo entre la gente más sencilla que expresa su fe en peregrinaciones y múltiples gestos de solidaridad".

Por otro lado, mencionó que "es bueno evaluarnos", sobre todo en la Cuaresma. "A veces nuestros criterios, tradiciones humanas y opciones pastorales absolutizadas van quitándolo a Jesucristo el Señor del centro de nuestra vida y de nuestro anuncio evangelizador".



"Corremos el riesgo de tener un sentido mágico, a veces supersticioso de las cosas, o bien, de teologizar la realidad, haciendo una lectura de ella donde forzadamente pretendemos manejar la voluntad divina sin respetar la justa autonomía de las cosas creadas por Dios ni la libertad humana y sus consiguientes responsabilidades".

"Esta experiencia es pascual, es la que nos impulsa a ser puentes del amor de Dios y a salir de nosotros mismos e ir hacia todos, especialmente hacia los más necesitados como testigos de la Pascua y de la esperanza", concluyó.+

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