Mons. Martínez: 'Tener la experiencia del Cristo resucitado'
- 10 de abril, 2024
- Posadas (Misiones) (AICA)
El obispo de Posadas sostuvo que, como cristianos, "necesitamos de esa experiencia de fe pascual y de una espiritualidad más profunda, para ser sus testigos en medio de los desafíos de este tiempo".
En su carta para el segundo domingo del tiempo pascual, monseñor Juan Rubén Martínez, obispo de Posadas, señaló que el tiempo pascual es “un tiempo para animarnos en la esperanza, porque Cristo resucitó y la vida triunfó sobre la muerte. Esta es la experiencia gozosa de los Apóstoles que nos presenta el Evangelio de este domingo. Ellos estaban reunidos en un lugar de Jerusalén y llenos de temor. No era para menos, habían matado a Quien ellos seguían y no sabían qué podía pasarles. El texto bíblico nos dice: ´Jesús, poniéndose en medio de ellos, les dijo ¡la paz esté con ustedes!... Como el Padre me envió a mí, yo también los envío a ustedes´. Esta experiencia de fe era fundamental para que los Apóstoles reciban el mandato de evangelizar”.
En ese sentido, llamó a reflexionar sobre ese texto pascual, “para redescubrir cuál es el aporte que nuestro tiempo necesita de los cristianos. Este encuentro pascual fue fundamental para que los Apóstoles sobrelleven las dificultades de su tiempo. Nosotros también necesitamos de esta experiencia de fe pascual y de una espiritualidad más profunda, para ser testigos en medio de tantos problemas y desafíos de este tiempo”.
“En nuestro tiempo no analizamos las causas profundas de los problemas y, por eso, no generamos las soluciones adecuadas. ¿Por qué se encuentran tantos cargamentos de diversos tipos de droga y nunca nos enteramos quiénes son los «capos» que manipulan ese comercio mortal para nuestros jóvenes? ¿Hay miedos, protecciones...? ¿Por qué nos escandalizamos de las crecientes crisis familiares y después potenciamos todo tipo de películas y novelas, que presentan como normal madres alcohólicas y prostituidas, parejas enredadas en infidelidades y traiciones de todo tipo? Es más, si una familia se presenta como fiel y con hijos, los mismos medios, en vez de elogiarla, la rotulan como ´conservadora´ y ´tradicionalista´”.
“¿Qué poder protege y promueve el mercado del alcoholismo y de la droga? ¿Qué poder protege y promueve el consumo de la violencia y la crisis familiar? ¿Por qué esta hipocresía de escandalizarnos por lo que pasa con la violencia juvenil y después avalar este poder consumista que daña mortalmente a nuestros jóvenes?, se preguntó el obispo.
“Es cierto que en la realidad se dan estas situaciones, y queremos acompañarlas con misericordia y verdad, pero también se dan de las otras, en las que hay jóvenes responsables, que trabajan, que estudian, que son sanos. Familias que luchan, con problemas, pero que creen en el amor comprometido, se alegran y construyen silenciosamente una cultura con valores”.
Frente a estas situaciones, monseñor Martínez llamó a plantearse qué imagen, “como hombres, queremos sustentar”, y precisó: “En una visión materialista donde el hombre no tiene capacidad de trascendencia, (los judeo-cristianos diríamos, donde el hombre tiene la dignidad de ser 'imagen y semejanza de Dios'), las consecuencias serán el consumo indiscriminado, tan promovido por el vigente capitalismo salvaje, y por lo tanto, sus lógicas consecuencias de violencia y corrupción”.
Para finalizar el mensaje, el diocesano destacó que todos “necesitamos de Dios, de tener experiencia del Cristo resucitado, de buscar una espiritualidad más profunda, que nos humanice. No dudo de que, como se dio en el encuentro de Jesucristo resucitado con los Apóstoles en el relato del Evangelio de San Juan de este domingo, su presencia en nuestro encuentro personal, familiar y social nos aportará su saludo tan significativo: ¡La paz esté con ustedes!”.+