Jueves 28 de marzo de 2024

Mons. Martínez a peregrinos en Loreto: "Seamos testigos del amor hacia los más pobres"

  • 18 de noviembre, 2019
  • Loreto (Misiones) (AICA)
XVIII Peregrinación al centro de espiritualidad y santuario de Nuestra Señora de Loreto
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Más de 10 mil personas a pie, en bicicleta o automóviles participaron este fin de semana de la XVIII Peregrinación anual al centro de espiritualidad y santuario de Nuestra Señora de Loreto, ubicado en la localidad misionera de Loreto.



La expresión de fe popular es un clásico de la comunidad diocesana de Posadas y este año llevó por lema “María de Loreto, refugio del peregrino”.



Los peregrinos salieron el sábado 16 de noviembre desde las tres zonas pastorales de la diócesis (Zonas Posadas y Gran Posadas, Zona Ruta 12 y Zona Sur), tras el envío misionero del obispo de Posadas, monseñor Juan Rubén Martínez.



Los fieles que emprendieron la caminata mariana fueron acompañados por la Policía de Misiones, Gendarmería Nacional, enfermeros y un grupo importante de servidores.



Durante toda la noche, en el santuario hubo adoración al Santísimo y momentos de oración.



Al amanecer, pasadas las 4 de la mañana, los biciperegrinos partieron de Posadas, después de recibir la bendición del presbítero Pedro Ferrari. Eran más de 400 que llevaban la imagen de la Virgen de Itatí y también de María de Loreto.



La misa central, por la mañana en Loreto, fue presidida por monseñor Martínez y concelebrada por los sacerdotes de la diócesis, iniciando de este modo el Año Diocesano Mariano. Allí, el obispo diocesano pidió “ser testigos del amor hacia los más pobres y necesitados”.



La celebración eucarística fue en memoria de los Santos Mártires de las Misiones, San Roque González de Santa Cruz, San Juan del Castillo y San Alonso Rodríguez, junto con la Madre de Loreto, patrona de las Misiones.



En la homilía, monseñor Martínez agradeció a los medios que acompañaron la transmisión de la peregrinación y sobre todo a quienes, durante meses, se preparan para caminar y expresar el compromiso evangelizador.



Asimismo, destacó la gran devoción del pueblo hacia María, que se ve reflejada en los peregrinos que llegaron caminando, en bicicletas, en colectivos o en autos, para celebrar la fe y la vida en tantos siglos de evangelización.



“María está con nosotros, junto al Espíritu Santo que acompaña a nuestra Iglesia hasta el fin de nuestro tiempo. Tenemos la certeza en la Esperanza de que no estamos solos, que estamos acompañados por el Espíritu Santo y por María”, expresó, y recordó : María es nuestra Madre, porque Jesús así lo dijo al pie de su cruz, nos entregó a María como Madre y que durante el Año Mariano vamos a vivir momentos muy fuertes en torno a María”.



El obispo afirmó que anunciar a Jesús no es fácil, anunciar el camino que Él propone no lo es, pero “tenemos que ser testigos de Cristo, no porque seamos perfectos, sino porque verdaderamente experimentamos su amor y queremos compartirlo con los demás”.



“Ese amor verdadero que da la vida por nosotros, porque ‘amar es dar la vida, hoy a el consumismo a transformado hasta la palabra amor y dicen amor a cualquier cosa para utilizar a los demás como objetos. Se habla del amor de una manera mercantil, pero amar es dar la vida, es entender que toda persona es profundamente digna, todo ser humano es imagen y semejanza de Dios, por eso el amor a la vida en todas sus etapas; a los niños por nacer, a los niños necesitados, a los jóvenes, a ellos queremos tenerlos porque la tarea evangelizadora es la tarea de la Caridad”, sostuvo.



Monseñor Martínez llamó a “no combatir la violencia de los que nos odian con violencia, sino hacerlo desde la caridad, porque nuestra respuesta será evangelizar desde caridad, aunque nos cueste el martirio”



El obispo invitó, en este tiempo complejo, a ahondar en la fe en Jesucristo y demostrar esa fe y compromiso a través de un estilo de vida, porque sostuvo: “Lo único que nos puede salvar es el amor, el único camino es la caridad de verdad, que tiene sus exigencias y está ligada a veces al sufrimiento, pero Dios es Amor y debemos recordarlo siempre y por eso nuestra respuesta será desde la caridad y sobre todo siendo testigos del amor hacia los más pobres y necesitados”.



“Debemos aumentar nuestra misericordia hacia todos y para ello pidamos a María que nos ayude y nos lleve a Jesús”, concluyó.+