Lunes 25 de noviembre de 2024

Mons. Lozano: "¿Se puede medir el amor?

  • 9 de junio, 2020
  • San Juan (AICA)
El arzobispo de San Juan de Cuyo, monseñor Jorge Lozano, subrayó que "aceptar a Jesucristo como Salvador y Redentor implica reconocerlo como enviado del Padre que derrama el Espíritu Santo".
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El arzobispo de San Juan de Cuyo, monseñor Jorge Eduardo Lozano, explicó que “la fe no consiste en la afirmación de teorías abstractas, sino en una relación de encuentro”.



Ante algunas afirmaciones incorrectas que suelen escucharse acerca de quién es Dios y cómo es considerado, recordó: “No es un Dios lejano sino cercano”, “No es un Dios ausente sino presente”, “No es un Dios abstracto sino personal”, “No es un Dios de muerte sino de vida”, “No es un Dios indiferente sino comprometido”, “No es un Dios agrandado sino pequeño”, “No es un Dios castigador sino misericordioso”, “No es un Dios rencoroso sino perdonador”.



“Somos discípulos misioneros apasionados del Apasionado. Amantes del Amor”, sostuvo.



“Ante afirmaciones tan contundentes como veraces podemos dar lugar a la pregunta: Si tanto nos ama, ¿por qué nos pasa lo que estamos viviendo? ¿Por qué el sufrimiento? Incluso podemos cuestionarnos, ¿por qué tuvo que sufrir Jesús siendo inocente?”, planteó.



“Dios asume el sufrimiento humano para acompañarnos en aquellas condiciones de dolor, en las enfermedades, en los dolores morales. Él no se desentiende. Nos envía a quienes somos su familia para ser presencia suya en medio de situaciones de padecimiento. Lo escuchábamos el domingo pasado: ‘Como el Padre me envió a mí, yo los envío a ustedes’”, dijo citando el Evangelio.



El arzobispo sanjuanino sostuvo que “ser de su familia es ser enviados” y afirmó: “No estamos llamados para vivir la fe como refugio sino como dinamismo de salida. Para que esto sea posible, completa Jesús el envío cumpliendo la promesa del don que viene de lo alto: ‘Reciban el Espíritu Santo’”.



“En el Bautismo derramaron el agua en nuestra cabeza diciendo: ‘Yo te bautizo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo’”, indicó y agregó: “No es una fórmula mágica, sino poder de Dios que nos hace miembros de su familia, de la Iglesia Madre que va en busca de sus hijos”.



Monseñor Lozano subrayó que “aceptar a Jesucristo como Salvador y Redentor implica reconocerlo como enviado del Padre que derrama el Espíritu Santo haciéndonos familia de enviados”, tal como lo expresa la frase: “La medida del amor es amar sin medida”.+