Jueves 21 de noviembre de 2024

Mons. Lozano: Un crimen aberrante que nos avergüenza como humanidad

  • 7 de febrero, 2022
  • San Juan (AICA)
El arzobispo de San Juan de Cuyo y secretario general del Celam compartió su reflexión semanal sobre un "crimen aberrante que avergüenza".
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El arzobispo de San Juan de Cuyo y secretario general del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), monseñor Jorge Eduardo Lozano, compartió con los fieles una reflexión titulada "Crimen aberrante que avergüenza".

En su columna, el prelado expresó: "Cuando alguien está en las malas desde hace mucho tiempo, cualquier puerta que parece abrirse genera ilusiones y expectativas. He visto filas de más de 200 personas esperando concretar una entrevista y entregar documentación para tres puestos de trabajo que se ofrecen".

"Este deseo, por momentos desesperado, es aprovechado por redes mafiosas. Se presentan disfrazados de buenas personas que prometen estudiar o trabajar en otra provincia o Estado, dibujando una realidad que nunca llegará", lamentó.

"Enseguida el estudio y el trabajo son reemplazados por las cadenas de reducción a servidumbre o trabajo esclavo, prostitución, tráfico de órganos. Son mafia que también maneja la ilegalidad de las armas y las drogas. Cuando no alcanza con el engaño acuden al secuestro a la salida de la escuela, la universidad, la discoteca", enumeró.

Esta acción criminal, advirtió, "es favorecida por un modelo económico de explotación y opresión. La gran mayoría de las víctimas son mujeres: niñas, adolescentes, jóvenes".

"En el barrio o el campo ellas son punta de lanza que, con su ingenio y creatividad, se dedican a pasar de una economía de la explotación del ser humano y degradación del ambiente a una economía del cuidado. Protegen a los más frágiles y son amigables con la casa común. Además, debemos reconocer que las oposiciones a sus tareas son muy fuertes, y tienen que remar contracorriente", describió.

En esa línea, explicó que "hay una conexión muy estrecha entre economía y trata", y lo expuso en dos sentidos. "Por un lado, este sistema concentra riqueza y expande pobreza y miseria, generando una angustiante búsqueda de oportunidades ante las necesidades de presente y futuro. Por otro lado, hay en la base del modelo la mirada que privilegia la obtención de dinero a cualquier costo, incluso de los derechos a la integridad de las personas, que son consideradas como mercancía a ser evaluada por la 'anti-ley' de la oferta y la demanda".

El martes 8 de febrero, recordó el prelado, "se realiza la Jornada Mundial de Oración y Reflexión contra la trata de personas. El tema que se dispone es: 'La fuerza del cuidado: mujeres, economía y trata de personas'". Y consideró: "Hace falta una voz profética que denuncie estos atropellos, y a la vez unir la cercanía y acompañamiento a las víctimas".

El papa Francisco tiene una firme postura, afirmó el arzobispo y citó: “Son organizaciones criminales que lucran con esto, esclavizando a hombres, mujeres y niños, laboral y sexualmente, para el comercio de órganos, para hacerlos mendigar o delinquir”.

"Es necesario prestar atención a los gritos silenciosos que, desde la oscuridad invadida por el hedor rancio de tabaco, drogas y alcohol, claman justicia, libertad y dignidad", exhortó. "Es el cuerpo de Cristo avasallado, humillado, vejado. Son sus heridas abiertas que manan sangre inocente".

"No tenemos que dar espacio a la indiferencia que invisibiliza, ni a la anestesia que no sufre como propio el dolor de hermanas y hermanos", llamó. "Las autoridades de los Estados tienen la obligación de cuidar a toda la ciudadanía, así como promover la verdad y la justicia".

Finalmente, destacó que "es nuestra vocación y misión acoger a las familias que viven con angustia la falta de información acerca de su hija, hermana, nieta... Llevan una carga pesada que se vuelve insoportable debido al ocultamiento y la inoperancia sostenidos por la impunidad y la corrupción".

"Debemos comprometernos y luchar para construir una sociedad en la cual cada persona sea respetada en sus derechos y dignidad. Estamos ante un crimen aberrante que nos avergüenza como humanidad", concluyó,+