Mons. Lozano: "Demos oportunidad a la esperanza"
- 26 de abril, 2022
- San Juan (AICA)
"La celebración de la misericordia es la fiesta del perdón de Dios, de la puerta que nunca se cierra, de la mano de nuestro amigo Jesús que nos espera", destacó el arzobispo de San Juan de Cuyo.
Monseñor Jorge Eduardo Lozano, arzobispo de San Juan de Cuyo y secretario general del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), destacó que la misericordia y el perdón que se celebra este domingo es “dar la oportunidad a que Jesús haga nuevas todas las cosas cuando nos reconciliamos”.
“La celebración de la misericordia es la fiesta del perdón de Dios, de la puerta que nunca se cierra, de la mano de nuestro amigo Jesús que nos espera”, puntualizó.
“Este año, después de los dos años de pandemia, nuestro Papa oficiará nuevamente la misa de la Divina Misericordia en la basílica de San Pedro y así alentaba a los fieles a participar: ‘Cristo nos enseña que el hombre no solo experimenta la misericordia de Dios, es también llamado a mostrarla a su prójimo’”, valoró.
El arzobispo sanjuanino afirmó que “hacemos fiesta porque Dios está siempre dispuesto al perdón, y desea ardientemente nos acerquemos a Él, que ya dio no sólo el primer paso, sino que nos abrió eternamente las puertas de la misericordia”.
“San Juan Pablo II instituyó para toda la Iglesia que el segundo domingo de Pascua ??o sea hoy?? fuera dedicado a la fiesta de la Divina Misericordia. Dijo ‘la Misericordia es la única esperanza para el mundo’. Por eso el papa Francisco eligió esta fecha para la canonización del Papa polaco”, recordó.
Monseñor Lozano subrayó que “la fe nos colma de alegría. Por eso concluye Jesús: ‘¡Felices los que creen sin haber visto!’”.
“Pienso en los primeros cristianos que abrazaron la fe por la predicación de los apóstoles y los misioneros. ¿Eran menos favorecidos que los que habían escuchado las enseñanzas de Jesús o vieron algunos de los milagros? No. De hecho, algunos contemporáneos de Jesús no le creyeron y hasta lo condenaron”, puntualizó.
“Por eso esta afirmación es tan alentadora para nosotros. ‘¡Felices los que creen sin haber visto!’ La fe es un don de Dios que cada uno acoge con libertad en su corazón”, concluyó.+