Mons. Han Lim Moon: Transformarse en "hombres nuevos"

Monseñor Han Lim Moon, obispo auxiliar de San Martín, reflexionó con el Evangelio del segundo domingo de Cuaresma, sobre la Transfiguración del Señor

Monseñor Han Lim Moon, obispo auxiliar de San Martín, reflexionó con el Evangelio del segundo domingo de Cuaresma, sobre la Transfiguración del Señor e invitó a la comunidad a convertirse en “hombres nuevos” durante la Cuaresma, así como la oruga se convierte en mariposa.



“En el evangelio de hoy tres apóstoles tuvieron el privilegio y la gracia de mirar el rostro resplandeciente de su Maestro Jesús como el sol, y su vestimenta como la luz pero sin encandilarse ni morir. Fue tan fascinante y hermosa esta experiencia que quisieron prolongarla por mucho tiempo”, dijo al comenzar.



Monseñor Han Lim Moon preguntó a la comunidad diocesana: "¿Alguna vez tuviste una experiencia de conocer a Jesús así deslumbrante quedándote fascinado y enamorado de Él? Y por otro lado, ¿alguna vez viste a alguien con mucha sombra y tristeza o confusión en su rostro? Ahora, ¿no te gustaría tener tu rostro “resplandeciente” como Moisés quien estuvo cuarenta días con Dios en el Monte Sinaí?”



“Hoy, Jesús nos ofrece la gracia de irradiar la luz como Moisés al cabo de esta Cuaresma, haciendo pascua con el Señor”, mencionó el prelado y explicó el modo de llevarlo a cabo: “Invitando a Jesús a entrar en nuestro corazón a través de los sentidos”, ante todo, por el oído, pero también “mirándolo, tocándolo y recibiéndolo en el pan eucarístico”.



De este modo, nos convertiremos en “hombres nuevos”, aquel hombre con las siguientes características: “Libertad interior cada vez mayor para amar sin ataduras de todo tipo de apego y pecado”; “gozo en su corazón por percibir el amor del Señor a pesar de los vaivenes de la vida”; “paz que viene del Señor y que nadie puede quitar”; “alabanza a Dios”; “proclama a todos los hombres, a través de las palabras y del servicio, la Buena Noticia de la liberación y del amor misericordioso de Dios”.



El “hombre nuevo”, “comenzará a irradiar el amor y la luz del sol, Jesús, a quien tenemos en nuestro corazón, a través de todo nuestro ser: del rostro, especialmente, de los ojos, la sonrisa, las palabras y de las manos que, por medio del servicio, ponen en práctica su voluntad”, sostuvo monseñor Moon.



Al concluir, comparó el tiempo de Cuaresma con el tiempo de transformación de una oruga en mariposa, y aconsejó “aquietarse para ser envueltos por el calor del amor de Cristo, y se dejarse trabajar silenciosa y misteriosamente por Él hasta que Él mismo te invita a ‘romper el capullo’ y hacer la Pascua con Él, pero como mariposa, es decir, transformado en ‘hombre nuevo’, resucitado”.+