Mons. García Cuerva: 'Nuestro ancla se llama Jesús'
- 23 de marzo, 2025
- Buenos Aires (AICA)
El arzobispo de Buenos Aires presidió la misa de inicio del cico lectivo en la catedral, de la que participaron más de mil alumnos porteños, y animó a seguir teniendo esperanza más allá de problemas.
Ante más de 1000 alumnos de diferentes colegios de la ciudad, junto a docentes, equipos directivos, consagradas, sacerdotes, funcionarios del gobierno nacional y de la ciudad, el arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge García Cuerva, presidió en la catedral de la Santísima Trinidad la misa de inicio del ciclo lectivo 2025.
A la luz del pasaje del Libro de los Reyes, que tiene a Elías como protagonista, el prelado porteño reflexionó: "Cuando uno ve huellas y ve pies, le da la idea de que hay que caminar. Y en la vida tenemos que ser peregrinos, en la vida tenemos que caminar. ¿Por qué tenemos que caminar? Porque en la vida hay que pelearla todos los días".
"El riesgo es que nos pase lo mismo que Elías. Él se quedó tirado, dijo 'ya no puedo hacer nada'", planteó, y añadió: "No nos podemos quedar encerrados en nuestros problemas. Entonces tenemos que saber que no solamente hay que caminar con los pies, sino que también hay que saber caminar con el corazón. Eso significa no bajar los brazos, no dejar que los problemas nos aplasten, no deprimirnos, no quedarnos tirados".
A su vez, animó a caminar juntos, especialmente en los momentos de problemas: "No caminamos solos en la vida. No te quedes solo. Pedí ayuda, anímate", alentó. "Caminamos juntos con otros, porque seguimos creyendo en la solidaridad, en el compromiso y en el respeto, aceptando que somos todos distintos. Los ángeles son las personas que en la vida nos ayudan y nos sacan del pozo en los momentos más difíciles. La gente que no te deja tirado. Esa gente te la manda Dios. Y por eso nosotros caminamos juntos en la esperanza".
Para concluir su homilía, consideró: "Nosotros también, a veces, como los barcos, sentimos que nos tapa el agua. Sentimos que nos estamos por hundir. Y en esos momentos en que nos sentimos que estamos por hundir, está buenísimo tener un ancla. Y el ancla se llama Jesús. Nuestro ancla se llama Jesús, que es nuestro mejor amigo, que no nos deja tirados, que nos acompaña siempre, que nos invita a caminar juntos, que nos invita a seguir teniendo esperanza más allá de los problemas y de las dificultades. Los invito a todos entonces, en este 2025, a que caminemos".+