Mons. García Cuerva: 'Adorar al niño es reconocer que Jesús es el hijo de Dios'
- 10 de enero, 2025
- Buenos Aires (AICA)
En la fiesta de la Epifanía del Señor, el arzobispo porteño presidió la Eucaristía en la parroquia María Madre del Pueblo y animó a no guardar la imagen del Niño, sino tenerla cerca para adorarlo.
En la fiesta de la Epifanía del Señor, el arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge García Cuerva presidió la Eucaristía en la parroquia María Madre del Pueblo del barrio Padre Rodolfo Ricciardelli.
Al recordar que una estrella era la que guiaba a los magos al encuentro con Jesús, el prelado comenzó su homilía agradeciendo "porque en nuestra vida estoy seguro de que hay gente que hizo como de estrellas y nos acercaron a Jesús, hay gente que nosotros hemos conocido en la vida, familiares, amigos, catequistas, quizá alguna abuela, y nos enseñaron cosas de Jesús; por lo tanto, hicieron en nuestra vida como de estrellas".
En ese sentido, animó a pensar "quienes en tu vida te guiaron por el buen camino, quiénes en tu vida te guiaron al encuentro con Jesús" y recordó: "Esa es la misión de un padrino. Los padrinos justamente están para guiar al ahijado como si fueran una estrella, guiar al ahijado al encuentro con Jesús".
"Uno piensa en las estrellas y enseguida mira al cielo, y a veces hay que pensar en personas concretas que en nuestra vida nos han guiado como hoy esa estrella guía a los magos", profundizó.
En segundo lugar, monseñor García Cuerva planteó que "Herodes no entendió que Jesús no venía a competir con él, porque él es el rey del universo y Herodes el rey de un pedacito de tierra".
"Herodes seguramente tenía sentimientos duros en el corazón", consideró y añadió: "Así como queremos ser como los magos y dejarnos guiar por las estrellas, a veces también somos un poco como Herodes y nos dejamos guiar por la bronca, por la envidia, por el odio o por el rencor".
Por eso, animó a dejarse guiar por Jesús y adorarlo: "Venir a adorar al niño es reconocer que Jesús es el hijo de Dios, es el mismo Dios que se hizo uno de nosotros y que nos ama mucho, y nos ama tanto que por eso nos entrega su vida".
El arzobispo porteño concluyó pidiendo que "cuándo se desarme el pesebre en casa, este año guardá los reyes, los pastores, guardá la ovejita, la vaca, pero al niño Jesús dejalo arriba de una mesa, arriba de un escritorio, cerquita de tu cama para poder mirarlo y adorarlo todo el año, para que nos podamos dejar guiar por él todo el año".+