Mons. Franzini ordenó a 3 nuevos diáconos
- 13 de septiembre, 2012
- Rafaela (Santa Fe) (AICA)
El viernes 7 de septiembre, el obispo de Rafaela, monseñor Carlos María Franzini, presidió una misa en la catedral San Rafael, en la que ordenó diáconos al señor Danilo Montti y a los seminaristas Ariel Boto y Jonatán Delfino. En la homilía, el prelado le pidió a los nuevos diáconos que "no se cansen de buscar a Jesucristo, aprendan a estar con él, a `gastar´ tiempo y energías en su presencia, aprendan a saborear la aparente ineficacia del gozo compartido con el Amado".
En la homilía, el prelado recordó que "por el sacramento del Orden Sagrado estos hermanos nuestros serán configurados con Jesucristo Servidor, para ser en medio nuestro signo e instrumento de la presencia servidora del Señor, que constantemente vuelve a lavarnos los pies para que aprendamos a lavarnos los pies unos a otros".
Dijo que en la diócesis de Rafaela, "queremos recorrer nuestro camino pastoral animados por el encuentro con Jesucristo. Somos conscientes de que este encuentro es lo mejor que nos ha pasado en la vida y ?como San Pablo- también nosotros necesitamos afianzar día a día dicho encuentro".
"La raíz de la vocación de Danilo, Ariel y Jonatán es esta experiencia: la clara conciencia de ser amados por Jesucristo con un amor único e irrepetible, un amor totalizador y fiel, un amor al que sólo puede corresponderse con una actitud semejante", afirmó y agregó que "en la raíz de la vocación de estos hermanos nuestros ?como en toda vocación- hay un amor que cautiva y ennoblece, un amor que fascina y hace florecer lo mejor de nosotros mismos".
Monseñor Franzini le pidió a los nuevos diáconos que "no se cansen de buscar a Jesucristo, aprendan a estar con él, a `gastar´ tiempo y energías en su presencia, aprendan a saborear la aparente ineficacia del gozo compartido con el Amado".
El pastor de Rafaela resaltó que "cuando hablamos del amor de Jesús por nosotros, no hablamos de un sentimiento pasajero, de una fugaz ilusión, de una opción precaria. Suena raro hablar de un amor así en tiempos de precariedades notables, compromisos lábiles y promesas incumplidas. Pero así es el amor: plenamente fiel, sólidamente arraigado, definitivamente asumido, constantemente renovado".
"Ser cristianos y vivir el amor en la verdad es hoy asunto cuestionado y peligroso; proclamar que creemos en valores innegociables y estamos dispuestos a defenderlos nos expone a nuevas y sutiles formas de persecución", advirtió el obispo y recordó que "no somos fundamentalistas ni retrógrados cuando defendemos la vida desde la concepción hasta su fin natural y la familia fundada en el amor fiel del varón y la mujer. Sólo queremos defender y promover valores que fundan nuestra identidad y vivirlos con coherencia y convicción".
El prelado afirmó: "El sacramento del Orden Sagrado que Danilo, Ariel y Jonatán recibirán en unos instantes de mis manos les dará nuevas capacidades para vivir en el amor. Las comunidades en las que ustedes servirán tienen derecho a encontrarse con Jesús servidor en el ministerio que cotidianamente desarrollarán en ellas. Y esto no de a ratos, cuando es fácil o con los amigos, sino siempre y hasta el extremo".
Monseñor Frazini manifestó que "sólo desde una vida eucarística intensa y sólida podemos abrigar la esperanza de amar como el Señor nos ama. Para lavar los pies a los hermanos necesitamos comer su carne y beber su sangre, necesitamos celebrar y adorar al Señor Eucarístico".
Como conclusión, el obispo de Rafaela pidió a los diáconos que "no se cansen de buscar a Jesucristo, aprendan a estar con él y a gastar tiempo en su presencia. Sean hombres eucarísticos, celebren y adoren cotidianamente al Señor y déjense alcanzar por él, para poder ser así servidores en espíritu y verdad, amando hasta el fin". +
Texto completo de la homilía