Mons. Dus: 'El Jubileo, un encuentro con Dios y con su misericordia'

El arzobispo de Resistencia presidió la misa de apertura del Año Santo convocado por el Papa con el lema "Peregrinos de la esperanza". Llamó a caminar para alcanzar aquello que a cada uno le falta.

El arzobispo de Resistencia, monseñor Ramón Dus, presidió la misa de inicio del Año Santo en la catedral San Fernando y Santo Cura Brochero, donde recordó que el Jubileo fue convocado por el Papa Francisco y lleva por lema "Peregrinos de la esperanza".

En la homilía, el arzobispo chaqueño reflexionó sobre las páginas del libro del Levítico que señalan la necesidad de "reencontrarnos con nosotros mismos y entre nosotros como comunidad. Y también, frente a nuestras responsabilidades sociales y frente a la creación".

"La Iglesia Católica ha querido abreviar este período que cada 25 años, para que cada generación pueda tener la experiencia de encontrarse con Dios y de cruzar, lo que teóricamente y significativamente hacemos, la Puerta Santa", explicó.

Monseñor Dus destacó que el Papa quiso subrayar con el lema el signo de la peregrinación, de la caminata, "al lugar del encuentro con la gracia, al encuentro con Dios, con su misericordia, con sus brazos abiertos".

"Un Año Santo en el que siempre estamos recordando una palabra que nos cuesta comprenderla y vivirla, que es el año de la indulgencia. El papa Pablo VI tiene una descripción muy linda que dice: la indulgencia para nosotros es Cristo, por lo tanto, es la Gracia de su presencia y de su amor en nuestras vidas", puntualizó.

"Ciertamente, en nuestra vida de práctica religiosa, la indulgencia ha sido también un desafío para disponernos a la gracia de Dios. Nos hemos corregido, pues ya no decimos -ganamos la indulgencia- porque la gracia de Dios nos es siempre inmerecida y gratuita. La Gracia de Dios se nos ofrece sin límites", sostuvo. 

El arzobispo profundizó: "Entonces, la Indulgencia significa disponernos a alcanzar esa gracia, abrirle espacio a la acción santificadora de Dios, que quiere decir, tomar conciencia de nuestra realidad de personas, de nuestras fragilidades y de pecado".

"Peregrinos de la Esperanza, justamente, porque caminamos para alcanzar aquello que nos falta. Esa plenitud de verdad delante de los hombres", graficó. 

"Esperar no es solamente un sentimiento optimista, sino realmente es una conciencia de la realidad en que vivimos y debemos afrontar, que son muchas veces arduas, difíciles, o a veces humanamente imposibles; pero que es la certeza de la gracia y del amor de Dios que nos hace vencer ese temor y es la que como el ancla del logo del Año Santo que nos aferra aún en medio de las tempestades y los vientos a la seguridad de Dios que nos conduce y que ha pagado por nosotros  con su amor hasta el límite de la cruz", concluyó.+