Mons. Croxatto: 'Mirar si mi vida y mi entrega hoy cautivan el Corazón de Jesús'

El obispo de Neuquén reflexiona sobre las lecturas del domingo pasado y anima a seguir el ejemplo de entrega generosa de las dos viudas.

El obispo de Neuquén, monseñor Fernando Croxatto, presidió la misa del 32° domingo del tiempo ordinario en la catedral María Auxiliadora. En su homilía, recordó que "muchas de nuestras comunidades han partido en peregrinación a San Ignacio, donde están los restos de Ceferino Namuncurá, nuestro querido beato, en un nuevo aniversario de su beatificación".

Al respecto, destacó el "testimonio de ese hermano nuestro, que fue pescando el Evangelio de Jesús y quiso ser útil a su gente, y por eso siguió ese camino del Señor. Viene muy bien ese testimonio de Ceferino para esta Palabra, que hoy nos trae a dos viudas, en la primera lectura y en el Evangelio".

"Me gustó esa expresión de un autor que decía: 'Esta viuda, con su gesto, cautivó el Corazón de Jesús'", comentó, y animó a preguntarse: "¿En qué medida nuestra vida, hoy, está cautivando también a Jesús? ¿En qué medida nuestro caminar de cada día, nuestra entrega, cautiva a Jesús?"

A su vez, explicó que "san Marcos, cuando escribía para su comunidad, iba mostrando qué cosas no eran convenientes para los seguidores de Jesús. Entonces, no quería que fueran como estos escribas, a los que les gustaba ser aplaudidos, ser reconocidos, y menos aún esa actitud tan fea, en que podemos caer cualquiera de nosotros, que es la de fingir por afuera lo que en el fondo del corazón no es verdad, no es real".

A esa actitud contrapone la de las viudas: "Me parece lindo poder volver a tomar nuestro corazón en nuestra mano y revisarnos, pensar en qué medida yo hoy tengo esta disposición generosa, como las viudas, que dieron todo lo que tenían para vivir, ponían en juego su seguridad, estaban poniendo en juego su mañana".

"Qué confianza profunda en Dios tenían ellas: ponían todo lo que tenían para vivir, no se aseguraban nada. Y esto es algo que tenemos que revisarlo. Se nos va como ganando el corazón y nos vamos encerrando en esta cultura individualista que vivimos hoy, que nos hace mirarnos a nosotros en primer lugar", planteó.

Por eso, animó a vivir "en esta disposición de entregarlo todo, de darlo todo de mí para bien de otros". "Y un segundo aspecto de este testimonio de las viudas es por qué lo hicieron ellas: la primera viuda lo hace porque era el profeta de Dios, el que venía en nombre de Dios. Y entonces aceptó entregar todo para cuidar esa Palabra que venía de Dios. Y la viuda del Evangelio lo entrega porque había que cuidar el culto y el templo de Dios, para que Dios siguiera vivo y presente para su pueblo".

Al reflexionar sobre "cómo traducirlo hoy para nosotros", monseñor Croxatto consideró: "Dios ya no está muy presente en medio de nosotros, a veces queda como encerrado un poco acá, en el templo".

Por eso, compartió estas preguntas a modo de examen: "Si yo tuviera que entregar todo, ¿estaría dispuesto realmente a darlo todo para que el Evangelio y el Reino de Dios se haga más presente en este mundo, que lo ha alejado de sí? ¿Estoy dispuesto realmente a jugarme un poco más la vida y decir: 'Qué más tengo que entregar', para que los jóvenes puedan tener un futuro mejor?", a lo que agregó: "Desde el Evangelio, ¿qué me estará diciendo el Señor a mí para que realmente podamos hacer más presente la vida del Señor? A veces nos cuidamos tanto, pero nos olvidamos que tenemos que cuidar el Evangelio y a Jesús".

Y concluyó finalmente: "Por eso, qué lindo que hoy el Evangelio nos traiga esta propuesta, mirar si mi vida y mi entrega, hoy, cautivan el Corazón de Jesús".+