Jueves 21 de noviembre de 2024

Mons. Colombo: 'Ojalá podamos transitar el camino de la unidad interior' 

  • 23 de julio, 2024
  • Mendoza (AICA)
El arzobispo de Mendoza aseguró que Dios lo quiere, para "procurar esa unidad con las personas que amamos, con los que están lejos y con los que están cerca".
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El arzobispo de Mendoza, monseñor Marcelo Colombo, celebró la Eucaristía en la capilla Dulce Nombre de María, de la localidad mendocina de Russell, donde señaló que, en la primera lectura, el profeta Jeremías presenta la figura del buen pastor como la de un "ministro de la unidad, un servidor de esa unidad".

Asimismo, aseguró que esa profecía anticipa a Cristo, el Buen Pastor, que "va a unir pueblos, personas y culturas en el seguimiento de su Palabra, de sus mandamientos".

El arzobispo mendocino meditó luego sobre la Carta a los Efesios, en la que también se revela el ministerio de unidad de Cristo y que completa el mensaje de la primera lectura, que define al Rey Pastor como "aquel que, a costa de su propia vida, nos une, nos reúne y nos llama a caminar en esa unidad que Dios quiere para el género humano".

"Ahora, la unidad que Jesús procura es la unidad interior de estos apóstoles, para que puedan discernir, reflexionar la experiencia misionera, para que puedan unir la oración a la misión", detalló, al reflexionar sobre el texto del Evangelio.

"Muchas veces, estamos tentados del activismo, muchas veces no logramos reflexionar sobre todo lo que hacemos, y Dios quiere que en torno a Él podamos meditar y concentrar nuestra mirada, para integrar nuestra vida", sintetizó, y recordó que "somos hombres de oración y de acción y, por tanto la unidad se gesta en torno a Aquel que nos da la llamada a la acción, pero sobre todo nos invita a contemplarlo".

Monseñor Colombo afirmó que el "Evangelio presenta a Jesús como el servidor de nuestra unidad interior. Además de la unidad de los pueblos, de la unidad del género humano hay una unidad que hay que lograr, para que la humanidad deje las violencias y se concentre en un andar común, y es esa unidad de las personas en su corazón".

"Estamos tironeados. Muchas veces estamos disgregados y Dios quiere que nos podamos concentrar y que podamos estar más serenos a la hora de vivir y de actuar", subrayó.

"La figura de los malos pastores, que dispersan, disgregan, queda contrapuesta a la figura de este Dios compasivo, de Dios que se ocupa de nosotros, que quiere nuestra unidad y que sabe que lo necesitamos. Ojalá podamos, a lo largo de los días de nuestra vida, transitar el camino de la unidad interior, para procurar esa unidad con las personas que amamos, con los que están lejos y con los que están cerca", concluyó.+