Viernes 29 de marzo de 2024

Mons. Colombo: El Señor nos ofrece un camino de seguimiento como luz

  • 26 de octubre, 2021
  • Mendoza (AICA)
El arzobispo de Mendoza reflexionó sobre la unidad, habló sobre el significado del sacerdocio de Cristo e invitó a rezar para que la diócesis nunca deje de ser misionera y evangelizadora.
Doná a AICA.org

Monseñor Marcelo Daniel Colombo, arzobispo de Mendoza, presidió la Eucaristía dominical en el santuario María Auxiliadora de la localidad mendocina de Rodeo del Medio, donde reflexionó sobre las lecturas del día y saludó a los misioneros y misioneras en el marco de la Jornada Mundial por las Misiones.

El arzobispo mendocino explicó que en la primera lectura Jeremías “sorprende con expresiones de gran ternura, porque busca expresar la voluntad de Dios y quiere llamar a las distintas partes de Israel a reencontrarse”.

“Nosotros, acostumbrados a grietas, divisiones y enfrentamientos, encontramos en estas palabras de Jeremías la invitación a la unidad para que el pueblo unido pueda, de verdad, hacer la experiencia de caminar en alianza con su Dios”.

Monseñor Colombo explicó que en la Carta a los Hebreos se expresa lo que significa el sacerdocio de Cristo y precisó: “En Cristo vemos al sacerdote, al altar y a la víctima de una nueva alianza y Él nos enseña también que nuestra existencia está llamada a ser ofrenda de amor, ofrenda a favor de nuestros hermanos”.

Asimismo, se refirió al Evangelio “hermoso” del encuentro significativo entre Jesús y el ciego Bartimeo.

“Cuántas oscuridades que nosotros no reconocemos, cuánta ceguera de nuestra parte, cuanta incapacidad de ver lo que Dios nos propone; quizás tengamos que aprender de Bartimeo y pedirle una y otra vez a Jesús: ‘Señor, haz que vea’”, planteó.

“En un mundo tan oscurecido donde las escalas de valores están tan trastocadas, el Señor nos ofrece un camino de seguimiento como luz, como esperanza y como verdad”, subrayó.

Por último, y referiéndose a la Jornada Mundial de las Misiones, monseñor Colombo invitó a rezar para que la Iglesia diocesana “nunca deje de ser, precisamente, evangelizadora de los hombres”.+