Miércoles 4 de octubre de 2023

Mons. Canecin llamó a vivir una catequesis con ardor misionero

  • 18 de agosto, 2016
  • Goya (Corrientes) (AICA)
El obispo de Goya, monseñor Adolfo Canecin, alentó a los catequistas a seguir "este servicio de amor" y los llamó a vivir una catequesis con ardor misionero, al presidir la misa de clausura del encuentro de catequistas que se realizó en la ciudad correntina de Goya. Unos 150 catequistas pertenecientes a las parroquias del Decanato Paraná, participaron del encuentro de reflexión y perfeccionamiento, organizado por la Junta Diocesana de Catequesis con el lema "Jesús, pan de vida, compartido en comunidad".
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El obispo de Goya, monseñor Adolfo Canecin, alentó a los catequistas a seguir "este servicio de amor" y los llamó a vivir una catequesis con ardor misionero, al presidir la misa de clausura del encuentro de catequistas que se realizó en la ciudad correntina de Goya.

Unos 150 catequistas pertenecientes a las parroquias del Decanato Paraná, participaron del encuentro de reflexión y perfeccionamiento, organizado por la Junta Diocesana de Catequesis con el lema "Jesús, pan de vida, compartido en comunidad".

La jornada se enmarcó en el Año Jubilar de la Misericordia y en la preparación del Día del Catequista, cuya celebración se hará en cada una de las comunidades el próximo 21 de agosto, en conmemoración de San Pío X.

Luego de la conferencia inicial que estuvo a cargo del presbítero Walter Obregón, los catequistas se reunieron en grupos y trabajaron temas como la "Catequesis y Misericordia", las prioridades diocesanas "Catequesis y Familia" y la misión de los catequistas.

El encuentro culminó en horas de la tarde con la celebración de la Eucaristía, en vísperas de la solemnidad de la Asunción de la Virgen María, madre y modelo de los catequistas.

Al reflexionar sobre el evangelio de Lucas en el que Jesús dice a sus apóstoles: "Yo he venido a traer fuego sobre la tierra, ¡y cómo desearía que ya estuviera ardiendo!", monseñor Canecin expresó que "el catequista debe ser una llama ardiente que transmita su ardor misionero a los demás, motivados por el ardor de llevar a todos, la palabra de Jesús y de su gracia misericordiosa" y, como gesto, bendigo un gran pan que repartió entre los presentes como signo del compartir fraterno.

El prelado agradeció al padre Mendoza y a los integrantes de la Junta Diocesana de Catequesis por su servicio en estos últimos seis años, y que de acuerdo al estatuto se renovará próximamente.

"Jesús trae lo que él tiene, lo que él es y, porque él está en el Padre, está encendido en el proyecto y en el sueño del Padre, que es que todos los hombres se salven", por eso, "Jesús llama a estar con él" al tiempo que recalcó que "un fuego enciende a otro fuego" porque la fe se transmite por contagio, por eso "un catequista debe vivir en oración y participando en la vida de la comunidad".

El obispo destacó la necesidad de "encender a los catecúmenos" e insistió en que "Jesús es nuestro redentor que en su misericordia nos revela el rostro amoroso del Padre".

"Jesús se consumió hasta dar la vida y un catequista debe consumirse dándose por los demás" agregó.

Asimismo, valoró la presencia de los catequistas y su compromiso con el crecimiento en la fe de los niños, adolescentes, jóvenes y adultos, en una tarea plena de misericordia, y alentó a los catequistas a seguir este servicio de amor.

Por último, monseñor Canecin exhortó a los catequistas a renovar cada día el ardor en su misión, e instó a la Junta Diocesana de Catequesis a seguir con su misión de animar, coordinar y formar a los catequistas.+