Jueves 28 de marzo de 2024

Mons. Buenanueva: "Así en la vida como en la oración"

  • 26 de octubre, 2022
  • San Francisco (Córdoba) (AICA)
El obispo de San Francisco reconoció que los cristianos como pecadores, a veces somos "más fariseos; otras más publicanos", y consideró que tal vez no nos vendría mal un baño de humildad.
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El obispo de San Francisco, monseñor Sergio Osvaldo Buenanueva, reflexionó sobre la parábola del fariseo y el publicando, sintetizando: “Dos hombres, dos formas de orar, dos modos de vivir”.

“Algo en común: uno y otro están en la cuerda floja. El fariseo está atado a la ley, a la norma, al cumplimiento más externo que interior. El publicano, por su parte, es de los que se ha dejado ganar por el dios dinero y la avaricia”, puntualizó.

El obispo se preguntó por qué el publicano vuelve a su casa “justificado” y el otro no, y ensayó una respuesta: “Tan pecador como el fariseo, sin embargo, ha dado en la tecla con la actitud que puede devolverle salvación a su vida: la humildad y el deseo sincero de torcer el rumbo de su existencia equivocada. Se sabe pecador y no se autojustifica”.

“El fariseo, en cambio, ha quedado enredado en su propia ceguera y dureza de corazón. Es prisionero de ese sutil orgullo de creerse justo y, por ende, despreciar a los demás”, diferenció.

“No nos sorprendamos de que esta tensión siga presente en la Iglesia con una actualidad desarmante. Somos una Iglesia de hombres y mujeres pecadores, como el fariseo y el publicano. A veces, más fariseos; otras, más publicanos”, reconoció.

Monseñor Buenanueva consideró que tal vez no vendría mal “un baño de humildad y terminó con una oración: “Señor Jesús: aquí estamos tus discípulos. Nos seguimos descalificando unos a otros: este, un mundano; aquel otro, un rígido.  Devolvenos a tu Evangelio. Enseñanos, una vez más, el camino de la humildad que nos hace hijos y hermanos. Amén”.+