Mons. Barba pidió "una Patria para todos"

La comunidad diocesana de Gregorio de Laferrere peregrinó el 25 de mayo a la basílica y santuario nacional de Nuestra Señora de Luján para compartir la Eucaristía, que estuvo presidida por monseñor Gabriel Barba y concelebrada por los sacerdotes de la diócesis.

En el marco de un nuevo aniversario de la Revolución de Mayo, el sábado 25 la comunidad diocesana de Gregorio de Laferrere peregrinó a la casa de la patrona nacional Nuestra Señora de Luján, donde el obispo, monseñor Gabriel Barba, presidió la misa.

En su homilía, llamó a no olvidar el bien común y a superar los desencuentros y desacuerdos desde un único lugar: el amor, que perdona, comprende y espera. "Porque si no tenemos amor, somos como una campana hueca que suena, retiñe, suena lejos, pero no pasa nada. Nosotros estamos como Iglesia, llamados a transformar el mundo, a construir el Reino de Dios, desde este lugar".

En consonancia con el mensaje que el papa Francisco dio a los obispos argentinos, monseñor Barba aconsejó a la diócesis: "Diálogo con Dios, comunión con el Obispo, con los pastores, con los sacerdotes y entre las comunidades", para poder ser una sólida diócesis. "No nos puede faltar una pata, y ¡no nos acostumbremos a que haya cosas que falten!", exhortó.

"El bien común por encima del bien individual. La comunión por encima de mis intereses personales. Y que no nos falte ninguna de nuestras patas. ¡Que mi parroquia, que mi comunidad, no se corte sola! Es muy importante eso... por eso es que esta peregrinación diocesana, ir a la casa de la Madre, sentarnos en la Mesa del Altar, aquí en Luján, es comer juntos en familia, como hermanos, consolidando la familia, consolidando la comunión", afirmó, y llamó a la comunidad a "caminar juntos",pidiendo a la Virgen: "Madre, María: danos la comunión; María: hacenos uno; María: ayudanos a construir la unidad en el amor".



Conmemorando el aniversario de la Revolución de Mayo, expresó: "Estamos atravesando momentos muy graves", sobre todo en lo moral: "¡No puede ser una Patria que acepte matar a sus hijos! ¡No puede ser una Patria que no dé lugar a una vida que no tiene derecho de defensa! En este momento ¡Fíjense, qué locura, qué enfermos que estamos!, que se condena a un médico que ha salvado dos vidas, ¡es una locura! Estamos enfermos, pero no todos estamos enfermos, porque también la salud está en los habitantes del pueblo argentino. Esto ¿qué significa? ¡Que no tenemos que callar, que tenemos que defender la vida, que tenemos que cuidar nuestros jóvenes!", exclamó.

"Entonces hoy vamos a pedirle a nuestra Madre, la Virgen de Luján que nos ayude a construir una Patria para todos, ¡una patria para todos!, donde la vida, digna, desde la concepción hasta la muerte natural, pero en todo su recorrido, sea digna en trabajo, sea digna en techo, sea digna en educación, sea digna en justicia, no solamente las cárceles para los pobres o la justicia para los que lo pueden pagar", añadió.

"Que la Virgen María nos ayude entonces, a construir una patria de hermanos donde cuidemos, preservemos la vida de cada uno, porque cada vida vale, ¡Vale toda vida!, y la preservemos desde el inicio hasta el final acompañando hasta el final acompañando cada momento", concluyó.+