Jueves 21 de noviembre de 2024

Mons. Azpiroz Costa: 'El mensaje del Papa no es otro que el del Evangelio'

  • 24 de octubre, 2023
  • Roma (Italia) (AICA)
El arzobispo bahiense hizo esta afirmación desde Roma, y también lamentó que en el país "existan y se permitan con ligereza expresiones tan altisonantes referidas a su mensaje de paz y justicia".
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El arzobispo de Bahía Blanca, monseñor Carlos Azpiroz Costa OP, escribió desde Roma una carta pastoral a su comunidad arquidiocesana, detallando su participación en la asamblea sinodal y destacando su visita del último domingo, como un peregrino más, a los “rincones” más queridos de la Basílica de San Pedro: los sepulcros de san Pedro y de muchos de sus sucesores (Pío XII, san Juan XXIII, san Pablo VI, el beato Juan Pablo I, san Juan Pablo II y Benedicto XVI). 

“A todos les pedí especialmente por nuestra Patria, en un día de elecciones nacionales, y también provinciales y municipales en la mayoría de las provincias. En su memoria litúrgica (fecha del inicio solemne de su pontificado), me detuve con más tiempo ante la de san Juan Pablo II, quien visitó pastoralmente nuestro país en dos oportunidades (junio de 1982 y abril de 1987)”, contó. 

“Hice especial memoria de aquellas palabras dirigidas a los jóvenes –yo era uno de ellos-, con una fuerza y un tono imposibles de olvidar, en la homilía del 12 de junio de 1982 (misa celebrada en el Monumento a los españoles): ‘No dejen que el odio marchite las energías generosas y la capacidad de entendimiento que todos llevan adentro. Hagan, con sus manos unidas, una cadena de unión más fuerte que las cadenas de la guerra. Así serán jóvenes y preparadores de un futuro mejor; así serán cristianos’", recordó. 

El arzobispo bahiense destacó que “el Papa (Karol) Wojtyla conoció de cerca la sed de paz de nuestro pueblo, tanto en momentos de guerra como cuando, personalmente, aceptó mediar con la hermana República de Chile en medio del litigio por las islas en la zona del Canal de Beagle”.

Por otro lado, lamentó: “Es triste comprobar que -en tiempos de tantos conflictos y a las puertas de un acto eleccionario y democrático- contando providencialmente con un hombre nacido en nuestra Patria como Sucesor de Pedro, existan y se permitan con ligereza expresiones tan altisonantes referidas a su mensaje de paz y justicia”. 

“Su mensaje no es otro que el del Evangelio que la Iglesia desea predicar en palabras y obras. Suenan con amargura aquellas palabras del profeta: ‘Heriré al Pastor y se dispersarán las ovejas’”, aseveró.


Los padres sinodales argentinos en la Iglesia Argentina en Roma

Tras detallar otras actividades de las que participó durante la asamblea sinodal, hizo hincapié en el módulo sobre la Participación, donde se invita –puntualizó- a “ofrecer pistas concretas que puedan animar a la corresponsabilidad bautismal en el ejercicio de la autoridad (es más fácil, quizás, comprenderla y concretarla al hablar de la comunión y la misión)”. 

“En efecto, es necesario ser efectivo en el modo y el ejercicio de la autoridad, ¡que es también consecuencia del Bautismo! No resulta extraño que en la medida en que se expresan opciones, modos, responsabilidades, perfil de cargos y cargas, etc. ¡se abran debates, se expresen ideas y se manifiesten opiniones diversas!”, planteó.

Monseñor Azpiroz Costa señaló que temas como los ministerios ordenados, instituidos, espontáneos, “exigen una reflexión muy profunda y –de nuevo- seria, serena”.

“Es clave animar a la libertad en lo opinable; unidad en lo necesario; ¡la caridad en todo! No se desea menoscabar o aguar la autoridad de los ministerios ordenados –diáconos, presbíteros, obispos- ni tampoco caer en la reducción de toda autoridad a los mencionados ministerios. Los discursos, con respeto, presentan el común deseo de comprender la autoridad como lo expresa la etimología de la palabra (auctoritas, del verbo augere): que significa ‘hacer crecer, promover, aumentar’ y la etimología de la obediencia (oboedire = obaudire) como la necesidad imprescindible de la escucha de parte de toda autoridad”, indicó.

“El Espíritu Santo continúe inspirando en todos nosotros palabras y gestos adecuados ‘para seguir andando nomás’”, concluyó.+