Jueves 28 de marzo de 2024

Mons. D?Annibale anima a vivir confiados en Dios

  • 11 de noviembre, 2015
  • Río Gallegos (Santa Cruz)
El obispo de Río Gallegos, monseñor Miguel Ángel D´Annibale, comentó el evangelio dominical en el que Jesús destaca la ofrenda de una viuda pobre. Para el prelado, Jesús nos invita a pensar "cuánto ponemos de nosotros en lo que hacemos" y pide no ser mezquinos ni vivir de apariencias. "Seamos capaces de vivir en su presencia", propuso.
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El obispo de Río Gallegos, monseñor Miguel Ángel D´Annibale, comentó el evangelio dominical en el que Jesús destaca la ofrenda de una viuda pobre. El prelado observó la forma de escribir del evangelista san Marcos, que en su escrito insiste que "desde la humanidad de Jesús se puede descubrir la salvación que Dios nos propone".

Monseñor D?Annibale explicó el contexto del pasaje. Jesús critica las apariencias de "creérnosla", de ponernos en un lugar distinto, como los escribas. "Esas actitudes no son humanas en el sentido más profundo de la palabra, son más bien defectos", opinó.

Jesús, por otro lado, alaba y se fija en una viuda que deja muy poco en la colecta del templo, y sin embargo la reconoce porque entregó todo con lo que tenía para vivir. "En un verdadero sentido de alabanza a Dios, de preeminencia de Dios sobre uno", observó.

"Esta capacidad de donarse todo, que nadie vio, nos deja el sabor de un Dios que se fija en lo que nosotros somos capaces de dar en profundidad. Hay un hilito muy importante para descubrir cómo vivimos nosotros de cara a Dios y a nuestros hermanos", dijo el obispo.

Para monseñor D?Annibale, ser profundamente humanos es "crecer en la capacidad de dar una sonrisa al que está al lado mío, poder dejar de lado lo que estoy haciendo para atender al que viene, o de brindar lo que tengo, de mi limosna, para que otro pueda estar mejor".

"Jesús alaba la generosidad de esta mujer, y alabándola, nos alaba a nosotros si somos capaces de brindarnos. No importa la cantidad; implora la calidad. Por eso Jesús llamó a sus discípulos y les dijo que la pobre viuda había puesto más que todos", explicó.

"Quizás nos está hablando a todos nosotros, a ver cuánto ponemos de nosotros en lo que hacemos, y que no seamos mezquinos ni vivamos de apariencia. Seamos capaces de vivir en su presencia", propuso el prelado.+