Los niños de Buenos Aires pidieron: "Jesús, encendé nuestro corazón"
- 21 de octubre, 2019
- Buenos Aires (AICA)
33ª Misa Arquidiocesana de Niños organizada por la Vicaría de Niños del Arzobispado de Buenos Aires
En el marco del Primer Sínodo Arquidiocesano de Buenos Aires, el sábado 19 de octubre se llevó a cabo en el estadio Luna Park la 33ª Misa Arquidiocesana de Niños organizada por la Vicaría de Niños del Arzobispado de Buenos Aires.
Con el lema “Jesús, encendé nuestro corazón”, participaron más de 8.000 chicos provenientes de las distintas parroquias, movimientos y comunidades de la ciudad. El tiempo previo a la misa fue animado por dos jóvenes y un sacerdote que invitaron a ver dos videos, uno sobre los cuatro beatos mártires riojanos; y otro sobre el nacimiento de la vocación sacerdotal de un joven argentino.
Asimismo, el seminarista lector Ignacio Leggieri dio un testimonio vocacional, contando el trayecto de su propia vocación al sacerdocio. En diálogo con los chicos, les preguntó: “¿Ustedes se van a animar a escuchar la voz de Dios?”. El presbítero Mario Miceli, párroco de San Juan Diego Cuauhtlatoatzin, en el barrio de Villa Lugano, contó las actividades que lleva adelante el Centro de Formación de su parroquia, al cual estuvo destinado lo recaudado en la colecta de la misa.
Luego, el grupo de teatro de la parroquia Sagrada Eucaristía presentó una obra que hizo un repaso por los hechos más significativos de la vida de Jesús: su Madre, la Virgen María; el rezo de padrenuestro; el milagro del ciego Bartimeo; la institución de la misa; Judas y su traición; su muerte y resurrección; y, finalmente, el pasaje del encuentro de Jesús con sus discípulos en Emaús.
La misa fue presidida por el cardenal Mario Poli, arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina y concelebrada por los obispos auxiliares porteños monseñor Enrique Eguía Seguí, monseñor Juan Carlos Ares, monseñor Gustavo Carrara, monseñor Alejandro Giorgi, monseñor José María Baliña y monseñor Ernesto Giobando SJ, vicario para la Pastoral de Niños, acompañados por más de 60 sacerdotes. Además, sirvieron en el altar más de 10 seminaristas junto a 50 monaguillos pertenecientes a diferentes comunidades.
La homilía del cardenal Poli fue dialogada con dos de los personajes de la obra de teatro que encarnaron a dos de los discípulos que reconocieron a Jesús en Emaús.