Viernes 26 de abril de 2024

Los franceses desbordaron las calles de París en defensa del matrimonio y la familia

  • 26 de marzo, 2013
  • París (Francia) (AICA)
Próximo a comenzar en el Senado francés el debate del proyecto de reforma del Código de Napoleón, que introduce el matrimonio entre personas del mismo sexo, cientos de miles de franceses (más de un millón calculan los organizadores) desbordaron las calles de París, para manifestar la defensa de la familia clásica, y en contra del grave deterioro jurídico para filiación y paternidad que supondrá el reconocimiento "matrimonial" de parejas homosexuales. Es la segunda marcha que se convoca, tras el éxito de la primera efectuada el 13 de enero.
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Próximo a comenzar en el Senado francés el debate del proyecto de reforma del Código de Napoleón, que introduce el matrimonio entre personas del mismo sexo, cientos de miles de franceses (más de un millón calculan los organizadores) desbordaron las calles de París, para manifestar la defensa de la familia clásica, y en contra del grave deterioro jurídico para filiación y paternidad que supondrá el reconocimiento "matrimonial" de parejas homosexuales.

Es la segunda marcha que se convoca, tras el éxito de la primera efectuada el 13 de enero.

La manifestación popular, llamada "Marcha para Todos", denuncia toda forma de discriminación hacia las personas homosexuales, pero recuerda con similar firmeza que la relación padre-madre es una ley universal.

Los portavoces de las organizaciones participantes denunciaron que el proyecto de ley del régimen socialista llamado "matrimonio para todos" atenta contra la realidad histórica de la humanidad, y niega el fundamento antropológico de las relaciones humanas.

"El matrimonio civil, como institución, existe precisamente para garantizar esta realidad. El Derecho no puede reinventar los lazos de filiación, que fundamentan nuestra sociedad y protegen al niño", aseguraron.

Para los participantes, "el derecho del niño (y no ?el derecho al niño?) es una puesta superior que sobrepasa los apuntes ideológicos a los que nos quieren acostumbrar".

"¡Todos nacimos de un hombre y de una mujer!", exclamaron desde la tribuna principal de la manifestación.

La "Marcha para Todos" busca defender el matrimonio civil entre un hombre y una mujer, amenazado por la ley "Taubira", que incluye la "procreación médicamente asistida" (PMA) y la "gestación para otro" (GPA).

Los manifestantes, muchos de ellos jóvenes, lucieron bufandas con los colores de la bandera francesa, así como pancartas y globos que reivindicaban la defensa de la infancia, la familia y del matrimonio entre un hombre y una mujer.

El 13 de enero de este año, en una edición previa de la "Manif pour Tous", más de un millón de personas marcharon en París con carteles en los que se leía "Los papás y las mamás a las calles descendemos y el matrimonio defendemos", "Papá más mamá: No hay nada mejor para un niño", "Todos nacemos de un hombre y de una mujer", "Ni progenitor A, ni progenitor B: ¡Papá y Mamá!".

En esa marcha participó Nathalie de Williencourt, fundadora de la organización gay Homovox, una de las más grandes de Francia, quien aseguró que "soy francesa, soy homosexual, la mayoría de los homosexuales no queremos ni el matrimonio, ni la adopción de los niños, sobre todo no queremos ser tratados del mismo modo que los heterosexuales porque somos diferentes, no queremos igualdad, pero sí justicia".


Incidentes

La autoridad gubernativa no autorizó el desfile propuesto por los organizadores, en una zona emblemática de París: los Campos Elíseos. Esa negativa motivó que grupos numerosos mostraran su oposición justamente en ese lugar, con una reacción de las fuerzas de seguridad que muchos consideran notoriamente excesiva, sobre todo, por lanzar gases lacrimógenos contra grupos de familias no precisamente agresivos. La represión traerá cola, aunque no la hayan sufrido grupos de la izquierda victimista.

Como suele suceder en estos casos, el Ministerio de Interior no reconoce su responsabilidad y el ex ministro Laurent Wauquiez no ocultó su indignación, según informa Le Monde: "Es inaceptable lanzar gases contra niños. ¿Es normal que haya fuerzas del orden de la República que tiren contra familias y niños?". A su juicio, es "justamente el reflejo de la violencia con que el gobierno trata a este movimiento. Es inaceptable. La prefectura de policía debe ser sancionada".

En esa línea se inscribe la grave acusación lanzada por el ponente socialista del proyecto, Jean-Pierre Michel, que difundió en Internet el 26 de febrero una carta presentando a la oposición como "la peor de las homofobias", y asociándola a los movimientos racistas.

El proyecto del "matrimonio gay" fue aprobado en la Asamblea por 329 votos a favor y 229 en contra, el pasado febrero. Pero los opositores no se rinden, y habida cuenta de la exigua voluntad política de diálogo que refleja el Gobierno de Francia, los organizadores están dispuestos a promover rápidamente una nueva protesta. También porque, a medida que se expande el movimiento, se profundiza en sus fundamentación doctrinal y en sus repercusiones sociales y políticas.

"Queremos boulot (trabajo), no matrimonio homo", se leía en vallas publicitarias de París, junto con otros carteles inspirados en mayo del 68. El grupo la "Manif pour tous" aborda el problema cada vez con más sensibilidad social. Como dice su principal portavoz, Frigide Barjot, "me di cuenta de que hay un vínculo entre la defensa bioética y la defensa social del ser humano" (Le Monde, 23-3-2013).

No deja de ser llamativo que la laica Francia sea uno de los países donde más se está manifestado el rechazo público a un cambio legal sin precedentes.+