Sábado 20 de abril de 2024

Los argentinos eligieron Caacupé para ver al Papa

  • 11 de julio, 2015
  • Caacupé (Paraguay)
Cientos, tal vez miles de peregrinos argentinos optaron por la localidad paraguaya de Caacupé, donde se encuentra el principal santuario mariano del Paraguay, para reencontrarse con el papa Francisco en su segundo viaje apostólico por Sudamérica. Correntinos, chaqueños, misioneros y formoseños fueron los principales artífices de una bienvenida especial para el papa Francisco, llena de color celeste y blanco.
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Cientos, tal vez miles de peregrinos argentinos optaron por la localidad paraguaya de Caacupé, donde se encuentra el principal santuario mariano del Paraguay, para reencontrarse con el papa Francisco en su segundo viaje apostólico por Sudamérica.

Correntinos, chaqueños, misioneros y formoseños fueron los principales artífices de una bienvenida especial para el papa Francisco, llena de color celeste y blanco y cantos especiales preparados durante la extensa espera.

También hubo fieles del conurbano bonaerense y de otras regiones del país, que pasaron más de 12 horas a la intemperie para guardar una posición de privilegio a escasos metros del altar donde Francisco celebraría misa.

"Llegamos el viernes, con muchas expectativas de que nos transmita una gran paz interior; eso es lo que necesitamos los argentinos, que estamos pasando un momento muy pero muy feo por la violencia, por la situación económica", dijo una peregrina de Córdoba. Con ella había fieles de la parroquia San José, de Córdoba capital, que hicieron más de mil kilómetros en ómnibus para ver al Papa.

En contingentes, en grupos, o de modo particular, muchos cruzaron los ríos Paraguay o Paraná hacia las localidades paraguayas de frontera, y desde allí anduvieron hasta Caacupé. "Vine con mi marido desde Formosa, de manera particular. Los paraguayos nos recibieron con mucha cordialidad, con mucho afecto", dijo Mariel, que agitaba una bandera argentina.

Exhibiendo una imagen de Nuestra Señora de Itatí, Juan Vidal, de la comunidad "Locos en Dios", del santuario de San Cayetano, en Corrientes capital, transmitió el sentimiento que tenía a la espera del Papa: "Nos costó un poco ponernos en clima, pero luego comenzó a brotar esa alegría que viene de Dios".

"Sabemos que el papa Francisco tiene un gran amor a Nuestra Señora de Itatí, por eso esperamos que venga y la bendiga", dijo el joven coordinador del grupo. Junto al grupo, de 23 personas, viajó también el presbítero Rubén Darío Valenzuela.

También hubo un grupo de fieles de la parroquia Medalla Milagrosa, de Posadas; de la parroquia Jesús Misericordioso, de Corrientes, y de la gruta San Pantaleón, de General Pinedo, en el Chaco. De esa comunidad estaba Mirta Isla, quien viajó "para pedirle bendición para nuestra familia, para nuestra Argentina y para nuestro Chaco".

Desde Presidencia Roque Sáenz Peña, también salió un colectivo con unos 50 peregrinos, identificados con el nombre de la diócesis de San Roque. Llegaron el jueves por la noche y se ubicaron cerca del escenario desde el viernes a las 10.30, bajo un techo, al resguardo de la intermitente lluvia que mojó la explanada del santuario de Nuestra Señora de Caacupé.

Entre los peregrinos, también había dos matrimonios de la localidad catamarqueña de Belén. Gustavo y Mariela, contentos por el marco de la fiesta, optaron por venir al Paraguay "por una cuestión de comodidad". "Acá teníamos más acceso a las actividades públicas del Papa", explicó Gustavo. Luego de la misa, partirán a Asunción para reencontrarse con otra pareja y asistir a la misa en el campo grande de Ñu Guazú.

"Llegamos el viernes a las 20.30 y estamos esperando que Francisco venga a darnos su bendición", dijo Catalina, acompañada de su amiga María, muy jóvenes ambas, provenientes de la parroquia Jesús Misericordioso, de Corrientes. Junto a ellas estaba Rita, de la parroquia Stella Maris, de Posadas.

Otro grupo juvenil, proveniente de Bandera, Santiago del Estero, hizo guarda durante la madrugada para encontrar un lugar cercano al altar. "Llegamos cerca de la 1 y estamos acá, a la espera del Papa", dijeron Karen y Carolina.+