'Las religiosas están llamadas a servir a los pobres, no a ser siervas', aseguró el Papa

Al dirigirse al consejo directivo de la Fundación Conrad Hilton, Francisco elogió su incansable labor en favor de los pobres y su apoyo a la formación de las religiosas en la Iglesia.

El Papa Francisco elogió calurosamente, el miércoles 22 de enero, a la Fundación Hilton, por su trabajo continuo al servicio de los pobres y los desfavorecidos, y su importante contribución al empoderamiento de las mujeres religiosas, ayudando a la Iglesia a superar su mentalidad patriarcal.

Mejorar la vida de las personas desfavorecidas
Fundada en 1944 por el famoso hotelero Conrad Hilton, la fundación se centra en mejorar las vidas de las personas desfavorecidas y vulnerables en todo el mundo, a través de subvenciones, asociaciones y la asunción de su defensa.

La fundación aborda cuestiones como la falta de vivienda, la adicción, la educación, el desarrollo de la primera infancia, la migración y la salud mundial, y brinda apoyo a las comunidades afectadas por desastres naturales y otras crisis. 

También apoya el empoderamiento de las hermanas católicas en todo el mundo, fortaleciendo el impacto de las religiosas a través de la educación y otras iniciativas. Entre ellas, se encuentra la Iniciativa del Proyecto Hermanas, promovida en colaboración con el Dicasterio para la Comunicación del Vaticano.

"La compasión" es acercarse al sufrimiento del otro 
Al saludar a los directivos de la Fundación antes de la audiencia general, el Papa elogió su compromiso "apasionado y compasivo" en la promoción de la dignidad humana de los más necesitados, en un mundo donde la pobreza y la exclusión siguen aumentando.

Comparó su trabajo con la parábola del buen samaritano, recordándoles que la única razón aceptable para mirar a alguien por encima del hombro es ayudarlo a levantarse, y exhortándolos a mantener este principio en el centro de su misión.

El Papa también animó a los miembros de la Fundación a no olvidar la esencia de la "compasión" como experiencia humana compartida: "La compasión -dijo- no es tirar una moneda en las manos del otro sin mirarlo a los ojos, sino acercarse y sufrir con él".

Empoderar a las mujeres religiosas a través de la formación
Una parte importante del discurso se centró en el apoyo de la Fundación a las religiosas, a través de la formación de las hermanas más jóvenes y el cuidado de las monjas mayores, una causa muy valorada por Conrad Hilton. Recordando la colaboración de la Fundación con las oficinas del Vaticano para mejorar el profesionalismo y el alcance de las monjas, el Papa destacó la urgente necesidad de que la Iglesia invierta en la educación y la formación de las monjas para su vital misión.  

Las religiosas están llamadas a servir a los pobres, no a ser siervas
El pontífice señaló al respecto que, en el pasado, la Iglesia destinaba muchos menos recursos a la formación de las hermanas que al clero, basándose en la falsa percepción de que las mujeres y las monjas eran ciudadanas de "segunda clase". "Sin embargo, es urgente que las hermanas prosigan su educación y formación continua", ya que "su trabajo en las fronteras, en las periferias y entre los pobres requiere formación y competencia", señaló el Papa, elogiando a la Fundación por ayudar a sacar a la Iglesia de esa mentalidad patriarcal y clerical.

"La misión de las Hermanas es servir a los más desfavorecidos entre nosotros. No se trata de ser sirvientes de nadie. Esto debe terminar y ustedes, como Fundación, están ayudando a que la Iglesia salga de esta mentalidad".

Cambiar la mentalidad clerical y patriarcal en la Iglesia
Al mismo tiempo, Francisco destacó algunos avances en la inclusión de las mujeres en los puestos de decisión, incluso en el Vaticano, donde varias mujeres han sido nombradas para puestos de liderazgo. Recordó, entre otros, su reciente nombramiento de una religiosa como prefecta del Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, y el próximo nombramiento de otra religiosa como jefa de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano.

"Gracias a Dios, las monjas están más adelantadas y saben hacer mejor que los hombres. Es así, porque tienen esa capacidad de hacer las cosas, las mujeres en general y las religiosas en particular".

Compasión, cercanía y ternura
Al concluir, el Papa Francisco agradeció a la Fundación Hilton su "servicio incansable" y expresó su sueño de un mundo "donde los descartados, los excluidos, los marginados puedan ser agentes del cambio tan necesario en la sociedad", insistiendo así en la necesidad de compasión, cercanía, ternura, tres de los atributos de Dios.+