Viernes 3 de mayo de 2024

Las religiosas del proyecto Takuza reafirmaron su compromiso contra la trata

  • 9 de febrero, 2024
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
La organización zambiana celebró ayer el Día Internacional de Oración y Sensibilización para la Lucha contra la Trata de Seres Humanos, con motivo de la memoria litúrgica de santa Josefina Bakhita.
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Las integrantes del proyecto Takuza (Talitha Kum Zambia) celebraron ayer, 8 de febrero, el Día Internacional de Oración y Sensibilización para la Lucha contra la Trata de Seres Humanos, con motivo de la fiesta litúrgica de santa Josefina Bakhita, patrona de las víctimas de la esclavitud moderna y de la trata en general. La conmemoración de este año ha tenido como tema "Viaje con dignidad: escucha, sueña y actúa".

Según consigna la Agencia Fides, Takuza fue fundada en 2021 por tres religiosas: la hermana Kayula Lesa, de las Hermanas de la Caridad; la hermana Mutinta Simaanza, de las Hermanas del Espíritu Santo; y la hermana Veronica Ramotse, de la Congregación de las Pequeñas Siervas de María Inmaculada. Las tres religiosas formaban parte de los 35 participantes en el curso de 2020, promovido por Talitha Kum International, para formar redes nacionales y regionales en todo el mundo con el fin de combatir la trata de seres humanos.

Fundada en 2009 en el seno de la Unión Internacional de Superioras Generales (UISG), Talitha Kum promueve la colaboración entre redes organizadas a escala nacional, regional, continental y mundial para combatir la trata y la explotación de seres humanos, apoyando activamente a las víctimas, a los sobrevivientes y a las personas en situación de riesgo.

Takuza, por su parte, inició formalmente sus operaciones en mayo de 2022. Ahora cuenta con tres empleados a tiempo completo en todo el país africano y grupos de divulgación en las 11 diócesis católicas de Zambia. Actualmente, el proyecto está siendo ejecutado por las Religiosas de la Caridad.

Zambia es un punto crítico para el tráfico de seres humanos en el sur de África, sobre todo por el tránsito de migrantes procedentes de Etiopía, Somalía, la República Democrática del Congo, Ruanda y otros países, en busca de oportunidades de empleo en países más ricos, como Namibia y Sudáfrica. La región cuenta con un acuerdo de libre circulación de personas y mercancías en el marco de la Comunidad para el Desarrollo del África Austral (SADC), lo que facilita a los traficantes de personas el contrabando transfronterizo.

En ese sentido, los cárteles de trata de seres humanos que operan en Zambia explotan a mujeres y niños de los países vecinos para convertirlos en trabajadores forzados o para que se inicien en la prostitución. En particular, el objetivo son las mujeres ruandesas, a quienes atraen hacia Zambia con la promesa de que adquirirían el estatuto de refugiadas y obtendrán beneficios económicos. Con el tiempo, se convierten en esclavas sexuales y son retenidas contra su voluntad. Los traficantes, usualmente, extorsionan a las inmigrantes ilegales con la amenaza de entregarlas a los funcionarios de inmigración si se niegan a hacer lo que se les ordena.+