Jueves 10 de octubre de 2024

El Papa lamenta 'el terrible sufrimiento' que vive Tierra Santa

  • 9 de noviembre, 2023
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
El lugar "donde vivió el Señor, donde nos enseñó a perdonar, a hacer el bien a todos", expresó Francisco, al tiempo que imploró la paz para esa región.
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Los lugares donde vivió el Señor están "desgarrados por un sufrimiento terrible que afecta, sobre todo, a muchas personas inocentes, a muchos muertos inocentes", con este pensamiento, dedicado a Tierra Santa, se dirigió el Papa Francisco a los participantes del Concilio de la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén, que reunió en Roma a caballeros, damas, tenientes, delegados magistrales y a obispos grandes priores.

“Quisiera dirigir con ustedes mi pensamiento a Tierra Santa”, dijo Francisco: “Lamentablemente, somos testigos de una tragedia que tiene lugar precisamente en los lugares donde vivió el Señor, donde nos enseñó, a través de su humanidad, a amar, perdonar, hacer el bien a todos. Y, en cambio, los vemos desgarrados por un sufrimiento terrible que afecta sobre todo a tantas personas inocentes, a tantas personas inocentes que mueren". 

"Por eso, estoy espiritualmente unido a ustedes, que ciertamente están viviendo este encuentro de la Consulta compartiendo el gran dolor de la Iglesia Madre de Jerusalén e implorando el don de la paz".

Formación espiritual y organizativa
El discurso del pontífice se centró en el tema de la "consulta", es decir la formación. Formación para los que aspiran a entrar en la Orden; formación permanente para los que ya participan en su vida y misión; formación de los que ocupan puestos de responsabilidad desde el punto de vista espiritual, "conscientes del alto compromiso moral asumido ante el altar", y la relativa a la organización de las actividades y la administración de los recursos, "para responder de manera continua y adecuada a las necesidades de Tierra Santa".

Cuatro líneas fueron indicadas por el Papa: "Formación inicial y permanente, práctica y espiritual". Cuatro líneas representadas en el signo de la Cruz, que se destaca claramente en los mantos de los miembros de la Orden. 

La cruz, dijo el Santo Padre, con su brazo horizontal "recuerda el compromiso para que la entrega a Cristo crucificado y resucitado abarque toda su vida y, en la caridad, los haga cercanos a cada hermano y hermana". Mientras que, con el vertical, "recuerda la inalienable complementariedad, en su camino, entre la vida de oración y el servicio a los hermanos, atento, cualificado, bien enraizado en las realidades en las que actuáis, orientado al bien total de la persona".

Compromiso con los necesitados
En este sentido, recordando los Estatutos que "constituyen la vía maestra" por la que moverse como Orden laical, el Sucesor de Pedro los exhortó a "asociar hombres y mujeres comprometidos en una participación más plena en la vida de la Iglesia", partiendo de la Iglesia "madre" de Jerusalén y abriéndose al mundo entero.

"Con esta mirada universal, están llamados a ser una Orden que, fuerte en su propia identidad, participe en el misterio de la caridad de la manera más bella, abierta y disponible, dispuesta a asumir aquellos servicios que el Señor requiere a través de las necesidades de los hermanos: desde la educación infantil en las escuelas hasta la solidaridad concreta con las categorías más frágiles, como los ancianos, los enfermos, los refugiados", ilustró el Santo Padre.

Una caridad practicada con inteligencia y fantasía
"Formar y formarse", por tanto, "a una caridad universal e inclusiva", dijo el Papa. Para ello, afirmó, hay que estudiar la historia de la Orden y, "en un contexto de escucha y oración", aplicarse a adquirir las competencias para responder a las necesidades del prójimo: "Este es un gran servicio que pueden hacer hoy a la Iglesia y al mundo", subrayó el pontífice.+