Martes 23 de septiembre de 2025

La Santa Sede en la ONU pidió proteger la dignidad de las personas mayores

  • 23 de septiembre, 2025
  • Ginebra (Naciones Unidas) (AICA)
Ante el Consejo de Derechos Humanos, el observador permanente de la Santa Sede, subrayó la necesidad de proteger a los mayores, que serán casi 3.000 millones en 2050.
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Proteger los derechos humanos de las personas mayores en todo el mundo. Este fue el llamamiento lanzado por el arzobispo Ettore Balestrero, Observador Permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas en Ginebra, durante su discurso en el 60º período ordinario de sesiones del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

El nuncio apostólico también advirtió que las sociedades de todo el mundo están mal preparadas para afrontar los próximos cambios demográficos. Para 2030, argumentó, aproximadamente una de cada seis personas tendrá 60 años o más, lo que suma un total de 1.400 millones de personas, una cifra que se espera que se duplique para 2050. En este contexto cambiante, el arzobispo Balestrero afirmó que la fragilidad y la dignidad de las personas mayores deben protegerse con el debido respeto e intervenciones concretas, incluyendo su bienestar económico y social.

El valor de la persona
"Este cambio demográfico es también una prueba moral de cómo las sociedades valoran y cuidan a sus mayores", declaró el prelado. Con el envejecimiento de la población, es necesario encontrar maneras de redistribuir los recursos entre el apoyo a los ciudadanos activos y el cuidado de los necesitados, afirmó el arzobispo, añadiendo que este cambio no puede producirse a expensas de los mayores. Su dignidad, afirmó, no disminuye con la edad ni con el deterioro físico y mental.

"El valor de una persona no puede definirse por la juventud, la condición física, el vigor físico o la salud perfecta, porque reside en la verdad inmutable de que cada persona es creada a imagen y semejanza de Dios, un hecho que no puede borrarse ni siquiera con el tiempo", afirmó.

Los ancianos no son una carga
El representante papal ante las Naciones Unidas en Ginebra criticó las políticas "desechables" que consideran a las personas mayores una carga para la sociedad, incluyendo medidas para legalizar la eutanasia o el suicidio asistido. Estas políticas, afirmó, promueven una "cultura de la muerte" en lugar del respeto por nuestros mayores.


El arzobispo Balestrero instó a defender la dignidad de las personas mayores mediante pensiones, apoyo financiero y servicios sociales y de salud. Si las personas mayores deben seguir trabajando para mantenerse, deberían gozar de protección laboral para combatir la discriminación, afirmó. "Se les niega el descanso que merecen y la oportunidad de transmitir su sabiduría y consejos a las generaciones más jóvenes".

Apoyando a las mujeres y a las familias
Las mujeres, en particular, enfatizó Balestrero, deben tener igual acceso a la protección social y a las pensiones para protegerlas en la vejez. En conclusión, el arzobispo hizo un llamado a la solidaridad intergeneracional para apoyar sistemas de seguridad social sólidos, en particular para apoyar a las familias, donde muchas personas mayores encuentran su único sustento. La Santa Sede, concluyó, "pide una mayor inversión en políticas de protección social para apoyar a las familias, a fin de fortalecer y salvaguardar la familia como fundamento permanente de la sociedad humana".+