Ante el Consejo de Derechos Humanos, el observador permanente de la Santa Sede, subrayó la necesidad de proteger a los mayores, que serán casi 3.000 millones en 2050.
El Observador Permanente de la Santa Sede ante la ONU en Ginebra afirmó que el nuevo tratado internacional representa un paso importante hacia un sistema "dinámico y con visión de futuro".