Viernes 13 de diciembre de 2024

La Santa Sede apoya la iniciativa de Haití respecto de una misión de paz de la ONU

  • 15 de noviembre, 2024
  • Nueva York (Naciones Unidas) (AICA)
El Papa Francisco ha hablado en repetidas ocasiones sobre la difícil situación en el país caribeño, instando al mundo a "nunca olvidar a nuestros hermanos y hermanas haitianos".
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La Organización de los Estados Americanos (OEA) aprobó una resolución que respalda la solicitud del gobierno haitiano relacionada con una misión de paz respaldada por la ONU para ayudar a estabilizar el país. En su discurso ante la Organización tras la resolución, monseñor Juan Antonio Cruz Serrano, observador permanente de la Santa Sede ante la OEA, amplió los llamados del Papa Francisco respecto a la necesidad de restaurar la paz en la isla.

Desde 2018, el pueblo haitiano ha sufrido un colapso sociopolítico y una crisis humanitaria acelerada, con 700.000 personas desplazadas en toda esa nación insular.

El 13 de noviembre pasado, por su parte, la Organización de los Estados Americanos (OEA) aprobó una resolución para apoyar la solicitud del consejo de transición democrática de Haití acerca de una misión de mantenimiento de la paz por parte de las Naciones Unidas.

La OEA, con sede en Washington DC, es una federación multinacional de 35 Estados de las Américas. La organización tiene como objetivo promover las libertades democráticas y desempeñar funciones de supervisión electoral en el hemisferio occidental.

En su discurso de apoyo a la resolución, el observador permanente de la Santa Sede ante la OEA, monseñor Cruz Serrano, pidió a la comunidad internacional que demuestre un "compromiso más amplio" con los esfuerzos de consolidación de la paz en Haití.

"La Santa Sede reitera, una vez más, su cercanía al pueblo haitiano", afirmó el representante del Vaticano.

La crisis actual de Haití tiene su origen en la pobreza estructural de la nación insular, sumada a la corrupción generalizada y la represión de los manifestantes, que culminaron con el asesinato del presidente Jovenel Moise, en 2021.

Una serie de gobiernos de transición inestables han creado desde entonces un vacío de poder en la capital, Puerto Príncipe, que hoy es el centro de una guerra entre bandas cada vez más mortífera. La violencia entre bandas se ha cobrado muchas vidas civiles también en otros centros urbanos: a modo de ejemplo, al menos 115 residentes de una pequeña ciudad haitiana fueron asesinados a principios de octubre.

La resolución de la OEA y la presión de Haití para que se establezca una operación oficial de mantenimiento de la paz por parte de la ONU se producen tras el despliegue de una misión de seguridad liderada por Kenia, que se vio obstaculizada por la falta de financiación y de equipamiento. Un despliegue de la ONU podría utilizar procesos más sistemáticos y fondos internacionales para poner fin a la violencia de las pandillas.

El Papa habló en repetidas ocasiones sobre la difícil situación en Haití, instando al mundo a "nunca olvidar a nuestros hermanos y hermanas haitianos". Las organizaciones católicas, incluida Cáritas Internationalis, y las diócesis haitianas siguen trabajando para brindar ayuda humanitaria en la isla, brindando refugio, alimentos y agua potable a los ciudadanos que huyen de la violencia.+