Miércoles 18 de diciembre de 2024

La 'Piedad' de Miguel Ángel vuelve a brillar en la basílica de San Pedro

  • 5 de diciembre, 2024
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
La nueva protección de la famosa estatua consta de nueve cristales irrompibles y antibalas de la más alta calidad, que igualmente permiten una buena visión de la Piedad.
Doná a AICA.org

De cara al próximo Jubileo, la Fábrica de San Pedro acaba de concluir los trabajos de sustitución de la vidriera de la Capilla que alberga la Piedad de Miguel Ángel. La vidriera anterior se había realizado en 1973 para proteger la obra, cual había sido dañada por los martillazos de un hombre el 21 de mayo de 1972. 

La nueva protección, subraya el comunicado de la Fábrica de San Pedro, consiste en un diafragma con un sistema de anclaje de alta tecnología, formado por nueve piezas de vidrio inastillable y antibalas, de la más alta calidad y máxima transparencia, diseñado por un equipo de expertos italianos tras profundos estudios. Las obras de sustitución duraron algo menos de seis meses, y tenían por objeto devolver el ícono mariano a la devoción de peregrinos y visitantes, cuyo sistema de seguridad también se mejoró. Con la obra retirada, el grupo escultórico vuelve a ser visible en todo su esplendor.

"En el delicadísimo contexto geopolítico mundial de hoy -afirmó el cardenal Mauro Gambetti, arcipreste de la basílica y presidente de la Fábrica de San Pedro-, se devuelve a los fieles la oportunidad de contemplar a la Madre que ofrece a la humanidad al Hijo de Dios, depuesto de la Cruz y vivo por la fuerza de la Resurrección. La ofrenda de la Virgen abre el camino a la reconciliación de los corazones y a la construcción de senderos de fraternidad y de paz".

La intervención
La intervención para sustituir la vidriera, cincuenta años después de su instalación, se había hecho necesaria por una cuestión estética -vinculada a la opacificación natural del material-, pero también estática. 

"El proyecto implicaba no sólo el uso de láminas más transparentes, sino también mecánicamente más performantes", explicó el ingeniero Alberto Capitanucci, responsable del área técnica de la Fábrica de San Pedro. "El espesor adoptado es de 24,5 milímetros, frente a los 19 de la instalación original (11 milímetros para la parte superior).

Las láminas no están simplemente estratificadas, sino también termoendurecidas. La resistencia a los ataques manuales es de hasta 26 golpes de martillo/hacha (un valor cercano al P6B según la norma EN 356) y la resistencia a las balas supera el nivel BR2/S (norma EN 1063), es decir, es capaz de soportar el ataque de pistolas calibre 9 mm.

En términos globales, el acristalamiento, entendido como el conjunto de vidrios y los elementos estructurales de acero que lo integran, con una superficie aproximada de 50 metros cuadrados y un peso total de 3400 kilogramos, ha sido diseñado para resistir con márgenes de seguridad más que amplios las principales acciones ambientales, como las presiones y depresiones que actúan sobre toda la superficie, los terremotos y el empuje de la multitud sobre el pretil.

La intervención combina una mayor visibilidad con una mayor seguridad.

El proyecto ha sido concebido, realizado y apoyado gracias a las donaciones de un grupo de empresarios y profesionales piamonteses.


Nueva luz
La luz es el elemento en el que se basa esta intervención. El grupo escultórico de la Piedad y toda la capilla se han equipado con un nuevo y moderno sistema de iluminación, completamente renovado con tecnologías y componentes de última generación. La empresa italiana iGuzzini, que ya en 2017 propuso y realizó el sistema hasta la fecha, fue la que donó los cuerpos de iluminación, de diseño no invasivo, instalados tras minuciosos estudios de iluminación de espacios y ambientes.

Otras intervenciones
Gracias a los andamios erigidos para la instalación de la gran vidriera, la Fábrica de San Pedro pudo realizar, en la bóveda la capilla de la Piedad, una serie de trabajos de consolidación y restauración de las superficies pintadas al fresco (las únicas de la basílica vaticana), obra del pintor Giovanni Lanfranco (1582-1647), realizada entre 1629 y 1632. También se aseguró la vidriera acanalada del fondo de la misma capilla.


La Capilla de la Piedad
La exaltación de la Cruz y de su poder salvador es el motivo central de todo el ciclo decorativo de la capilla de la Misericordia, dedicada hasta mediados del siglo XVIII al Crucifijo, ya que allí se conservaba un antiguo crucifijo de madera, actualmente ubicado en la Capilla del Santísimo Sacramento. 

Toda la bóveda está decorada con episodios pintados al fresco referidos a la Pasión de Cristo, con la exaltación de la Santa Cruz en el centro, en medio de un remolino de ángeles; la representación central está flanqueada por paneles pictóricos con episodios de la Pasión del Señor, representados con vivo realismo.

La Piedad de Miguel Ángel
El grupo de mármol de la Madre del Dolor, que con su casta juventud sostiene lastimosamente en su regazo a su Hijo muerto, fue esculpido por Miguel Ángel Buonarroti en 1498-99, cuando el artista tenía veintitrés años, para la tumba del cardenal Jean de Bilhères-Lagraulas, que en aquel momento se encontraba en la capilla de Santa Petronilla, junto a la antigua basílica.

En la banda que desciende del hombro de la Virgen se lee: "Michael Angelus Bonarotus florent facieba" ("Miguel Ángel Buonarroti, florentino"): la única obra firmada por el artista renacentista italiano.+