Viernes 29 de marzo de 2024

La íntima relación entre la fe y el compromiso social

  • 21 de septiembre, 2013
  • Santa Fe
El arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz, monseñor José María Arancedo, explicó la relación entre la fe y el compromiso social, al asegurar que éste "debe tener un comportamiento que surge de la fe, cuyo fundamento es el amor y la justicia de Dios, y nos debe hacer tomar conciencia de que el primer precepto de la moral social es: todo hombre es mi hermano". Tras asegurar que "el banco de prueba de la fe es el testimonio de la caridad", advirtió que "la fe cristiana no es un movimiento espiritualista, que con cierto egoísmo nos convierte en el centro de nuestras preocupaciones, sino una fe que tiene su fuente en un Dios que nos ama y es Padre de todos". Asimismo, precisó que cuando Dios habla de que "no se puede servir a Dios y al dinero?" está exigiendo "una opción que compromete un estilo de vida. No acepta zonas grises". "Esto no significa desconocer el valor del dinero, sino no elevarlo a una categoría que no le corresponde", aclaró. "Es un instrumento, no un fin. Sólo el reconocimi
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El arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz, monseñor José María Arancedo, explicó que las lecturas de este domingo "plantean una serie de cuestiones que parecerían ajenas a la fe, si la entendemos sólo como un acto de intimidad con Dios sin referencia a la relación con nuestros hermanos. Todo lo contrario, un auténtico acto de fe en Dios, el Padre de Nuestro Señor Jesucristo, nos habla de una exigencia en lo concreto de la vida. La fe cristiana no se reduce a un sentimiento intimista con Dios, sino que compromete una presencia a la luz del Evangelio".

"La fe no nos saca del mundo, nos hace responsables del mismo. La fe, por tener su fuente en Jesucristo, abarca toda la vida del hombre. Es bueno recordar siempre aquella reflexión de san Pablo a los corintios cuando les decía: ?Todo es de ustedes, pero ustedes son de Cristo?, es decir, todo pertenece al ámbito de la fe, el trabajo, el amor, la política, todo. La fe es la que da sentido a todo y exige coherencia. Decir creo en Dios es un don y una tarea", subrayó en su alocución radial.

El prelado sostuvo, citando la primera lectura del profeta Amós, que "el compromiso social debe tener un comportamiento que surge de la fe, cuyo fundamento es el amor y la justicia de Dios, y nos debe hacer tomar conciencia de que el primer precepto de la moral social es: todo hombre es mi hermano".

Tras asegurar que "el banco de prueba de la fe es el testimonio de la caridad", advirtió que "la fe cristiana no es un movimiento espiritualista, que con cierto egoísmo nos convierte en el centro de nuestras preocupaciones, sino una fe que tiene su fuente en un Dios que nos ama y es Padre de todos".

"El salto cualitativo de la fe parte de la escucha y la entrega a una Palabra que es fuente de vida y que da sentido a la vida del hombre", aseguró.

Monseñor Arancedo recordó que el profeta "habla de una decisión que define el valor de una auténtica fe y se convierte en fuente de equidad y solidaridad entre los hombres: ?No se puede servir a Dios y al Dinero?. El Señor nos habla de una opción que compromete un estilo de vida. No acepta zonas grises. Esto no significa desconocer el valor del dinero, sino no elevarlo a una categoría que no le corresponde", aclaró.

"Es un instrumento, no un fin. Sólo el reconocimiento de la dignidad humana hace posible el crecimiento personal e integral de todos. Dios es garantía de la dignidad de todo hombre, especialmente del más pobre e indigente. Desplazar a Dios es empobrecer al hombre, es dejarlo en una orfandad que lo hace víctima y objeto de cualquier interés mezquino. La fe eleva la inteligencia del hombre y la abre a ese plano de sabiduría que es propia del conocimiento de Dios", concluyó.+

Texto completo de la reflexión