Viernes 26 de abril de 2024

La misión argentina en Chipre visitó al papa Francisco

  • 7 de julio, 2014
  • Nicosia (Chipre)
El pasado 25 de junio, los soldados argentinos que cumplen su servicio en la misión de paz en Chipre peregrinaron a Roma y tuvieron la oportunidad de saludar e intercambiar palabras con el Santo Padre, luego de la audiencia general que el Papa ofrece todos los miércoles. Francisco saludó al contingente, los bendijo y hasta bromeó con ellos.
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El pasado 25 de junio, los soldados argentinos que cumplen su servicio en la misión de paz en Chipre peregrinaron a Roma y tuvieron la oportunidad de saludar e intercambiar palabras con el Santo Padre, luego de la audiencia general que el Papa ofrece todos los miércoles.

Los soldados viajaron acompañados por el presbítero Jorge Pérez, capellán del Ejército Argentino, quien relató los pormenores de la emotiva visita a Francisco.

"Fuimos 43 personas quienes viajamos a Roma ?relató el sacerdote-. Nuestra gran sorpresa fue que el lugar concedido era el más cercano a la tarima desde la que el Papa habla, por lo que varias veces nos miró y nos sonrió".

Después de la catequesis y los saludos protocolares de cardenales, obispos y otras autoridades, el Papa se acercó hacia el costado derecho del sagrato y saludó en primer lugar al sacerdote y a los Cascos Azules. El padre Pérez agradeció la gentileza del Santo Padre y le pidió su bendición para toda la fuerza de tareas que se encuentra en Chipre, para la diócesis castrense y para él, que el 10 de julio cumple 20 años de consagración sacerdotal.

"Me dio su bendición, él siempre sencillo y sonriente. Finalmente, tomándonos de la mano a mí y al Jefe del contingente, el teniente coronel Miguel Salguero, nos dijo: «Gracias por todo el bien que hacen»", contó el capellán.

El teniente coronel Miguel Salguero, junto con el suboficial mayor Roberto Meza, le entregó un cuadro con el logo de la isla de Chipre y Naciones Unidas y una carpeta de mesa de tela hecha en lefka, un material muy apreciado en la isla. El pontífice agradeció el gesto y saludó a cada uno de los soldados, muchos de ellos emocionados hasta las lágrimas.

Francisco vio que uno de los Cascos Azules llevaba un termo y le preguntó: "¿Tenés mate?". El soldado lamentó decirle: "Sí, pero esta frio". El obispo de Roma le respondió: "No importa", y se tomo el mate frío y, luego de agradecer, continuó camino.

Un suboficial joven llevaba una estampa con la imagen del Papa. El Santo Padre se puso a hacer un juego de palabras con él: le pregunto: "¿Quién es este que está allí?". El suboficial le dijo: "El hombre más importante que tenemos en el mundo", y enseguida el obispo de Roma le dijo "¡No!, no es para tanto?". El Papa le firmó la estampa con una frase que describe su pontificado: "Por favor recen por mí".

El padre Pérez, capellán de la fuerza de tareas, agradeció la colaboración del obispado castrense y del administrador diocesano, monseñor Pedro Candia, para concretar la peregrinación.+