La hospitalidad es la respuesta evangélica al migrante y al refugiado

Con motivo del Día del Migrante y del Refugiado, y en coincidencia con todas las comunidades del país, se celebró en la catedral Nuestra Señora de Luján de Río Gallegos una misa que contó con la participación de varias comunidades, que representaron la fe de su lugar de origen con imágenes de santos y distintas advocaciones de la Virgen.

Con el lema "Migrantes y Refugiados nos interpelan. La respuesta del Evangelio de la Misericordia", el primer domingo de septiembre se celebró en la Argentina el Día del Migrante y del Refugiado. En Río Gallegos, la misa se celebró en la catedral Nuestra Señora de Luján, donde se hicieron presentes las comunidades del Centro Gallego, de Chile; la Comunidad Jesús Nazareno y la agrupación Estrellitas Australes, de Bolivia; el "Centro de Residentes Virgen de Urkupiña", del Paraguay; grupos de la República Dominicana y Venezuela, el Centro de Residentes santiagueños "Francisco de Aguirre", de México; e integrantes de comunidades de Salta, Catamarca y Corrientes.

Cada comunidad se distinguió mediante imágenes de santos y diferentes advocaciones de la Virgen. Presentaron también sus banderas, atuendos y sus ofrendas, fruto de la riqueza de la tierra y del trabajo de los pueblos. El Equipo Diocesano de Pastoral Migratoria presentó la imagen de Nuestra Señora Madre de los Migrantes, cuya imagen original, coronada por el papa Pío XII en 1955, se venera en el santuario del barrio porteño de La Boca. Su advocación es símbolo de consuelo, de esperanza y de solidaridad a los migrantes.

Finalizada la misa, las comunidades migrantes hicieron una procesión, realizaron el izamiento dominical, y ofrecieron un espectáculo de bailes típicos de Chile y Bolivia.

El Equipo de Pastoral Migratoria, haciéndose eco de las palabras del Papa, emitió un mensaje, en el que destacó que "los migrantes son nuestros hermanos y hermanas que buscan una vida mejor lejos de la pobreza, del hambre, de la explotación y de la injusta distribución de los recursos del planeta, que deberían ser divididos ecuamente entre todos", y expresó que "la respuesta evangélica es ?la hospitalidad, que vive del dar y del recibir?".

"Es importante mirar a los migrantes como personas que, amparados en su dignidad, pueden contribuir al bienestar y al progreso de todos", aseguraron, y manifestaron que "el desafío en nuestra Diócesis que es ?tierra de migrantes? es la integración y la inclusión plena, que implica una experiencia enriquecedora mutua, tanto para los que arriban, como para las comunidades de acogida".

En el mes del migrante, el equipo de pastoral preparó actividades alusivas: Un curso virtual titulado "formándonos en red frente a la trata de personas", que inicia el 10 de septiembre y tiene una duración de 13 semanas; una jornada de capacitación denominada "Derechos de los niños migrantes", que se llevará a cabo en la iglesia San Jorge los días 16 y 17 de septiembre; y un encuentro de comunidades migrantes mediante un festival folclórico por realizarse el 25 de septiembre.

También se llevarán a cabo las jornadas de capacitación "Análisis crítico del discurso (ACD) sobre la trata de personas", los días 30 de septiembre y 1 de octubre en el obispado; y "Nuevas esclavitudes. La trata de seres humanos", en el colegio Santa Bárbara, los días 3 y 4 de octubre. Las inscripciones a las jornadas de capacitación pueden hacerse por correo electrónico a: isescapacitacion@gmail.com ó pastoralmigratoriargl@hotmail.com.+