Viernes 22 de noviembre de 2024

La flota de autos del Vaticano será 100% eléctrica

  • 18 de noviembre, 2020
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
"Una decisión de alta inversión, pero de un significativo beneficio", explicó el jefe de la oficina de Laboratorios y Sistemas del Vaticano
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Desde que el Papa publicara en mayo de 2015 la encíclica Laudato si' sobre el cuidado de la Casa Común y la apuesta por una ecología integral, el Vaticano quiere dar el ejemplo y convertirse en referente para las parroquias de todo el planeta buscando la manera de poner en marcha su particular transición energética hacia las renovables, explicó Roberto Mignucci, responsable de la oficina de Laboratorios y Sistemas del Gobierno de la Ciudad del Vaticano, en una entrevista al diario vaticano L’Osservatore Romano comentando la última medida: Cambiar toda la flota de vehículos vaticanos para que sean eléctricos.

“En breve comenzaremos a colaborar con los fabricantes que pueden suministrar coches eléctricos a modo de prueba”, detalla Mignucci, convencido de que estos coches “tienen la ventaja de no lanzar emisiones de carburantes, tienen un impacto sonoro muy limitado y son adecuados para los pocos kilómetros que recorremos en el pequeño Estado”.

El proyecto está tan avanzado que ya tienen previsto instalar estaciones de recarga tanto en el interior del Vaticano como en lugares como Santa María la Mayor, San Juan de Letrán y San Pablo Extramuros.

Pero no será esta la única medida que adoptó la Santa Sede, amén de “ahorrar la mayor cantidad de energía posible y, sobre todo, no desperdiciarla”.

“También hay iniciativas colaterales como el suministro de ventanas y puertas de doble cristal y bajo consumo de energía, filtros solares que no permiten la introducción de carga térmica en el medio ambiente, el ahorro de energía de refrigeración, la creación de iluminación LED que permite un ahorro significativo de electricidad, la adopción de máquinas de refrigeración y térmicas de alta eficiencia”, enumeró Mignucci.

Sin embargo, la vocación de la Santa Sede de respetar la casa común, no es nueva. “Es tan antigua como el Estado de la Ciudad del Vaticano”. Y es que, en 1929, cuando se fundó la oficina de Laboratorios y Sistemas del Gobierno de la Ciudad del Vaticano, ya “había un sistema de calefacción remota bien optimizado que era algo extraordinario para la época”.

“Pocas personas están al tanto de estas cosas, porque nunca hubo divulgación sobre el tema, pero el respeto a la Casa Común siempre distinguió las acciones de las autoridades del Estado”, aseguró Roberto Mignucci. +