Viernes 19 de abril de 2024

La fe bien entendida debe tener consecuencias en la vida personal, social y política

  • 15 de marzo, 2014
  • Santa Fe
"Decir creo en Jesucristo es asumir la totalidad de su proyecto, en el que se nos revela a Dios y la verdad del hombre, como el sentido y el cuidado de la creación que es obra de Dios. La fe bien entendida debe tener, por lo mismo, consecuencias en la vida personal, social y política. Todo lo humano está llamado a ser iluminado por Jesucristo. No hay, por lo mismo, una era post-cristiana. Él es la Palabra definitiva y siempre actual de Dios al hombre", afirmó el arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz, monseñor José María Arancedo, en una reflexión sobre "La Transfiguración y la vocación del hombre".
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El arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz, monseñor José María Arancedo, aseguró que en la Transfiguración "el Señor nos revela su divinidad, pero nos habla también de nuestra vocación. Hemos sido creados por Dios y estamos llamados a una vida de plena comunión con él. Esta nueva realidad, que ya se comienza a vivir en este mundo, tiene su fuente en Jesucristo. Él no es alguien ajeno a la vida del hombre, sino el camino para encontrar su verdad en este mundo y su plena realización. Por ello, cuando predicamos a Jesucristo le descubrimos al hombre su verdad más profunda".

"Ahora bien, cuando hablamos del destino trascendente del hombre lo hacemos desde su vocación en este mundo. No hay oposición ni ruptura, sino continuidad y plenitud. Hoy vivimos en la certeza de la fe esta nueva realidad para la que hemos sido creados; a ella la vamos construyendo en este mundo con la vida de la gracia y nuestra libertad. Dios nos llama con su Palabra que se hizo presente en Jesucristo y a quien ?debemos escuchar?", explicó en su alocución semanal.

El prelado recordó que "frente a la Transfiguración como revelación de esa plenitud de vida a la que estamos llamados, San Pedro exclama: ¡Señor, qué bien estamos aquí! Es una respuesta comprensible, sin embargo el Señor les ordena bajar del monte, es decir, volver a este mundo que es el lugar de nuestro caminar. El anticipo del término ha sido para ellos una experiencia única, pero el Señor los vuelve a ubicar en el compromiso de lo cotidiano".

"Esto nos hace comprender cómo la vocación de un cristiano no es escapismo, salirse de este mundo, sino sentirse protagonista de una realidad que debe ser transformada a la luz del Evangelio", agregó.

Por último, monseñor Arancedo sostuvo que "decir creo en Jesucristo es asumir la totalidad de su proyecto, en el que se nos revela a Dios y la verdad del hombre, como el sentido y el cuidado de la creación que es obra de Dios. La fe bien entendida debe tener, por lo mismo, consecuencias en la vida personal, social y política. Todo lo humano está llamado a ser iluminada por Jesucristo. No hay, por lo mismo, una era post-cristiana. Él es la Palabra definitiva y siempre actual de Dios al hombre".+

Texto completo de la alocución radial