Jueves 28 de marzo de 2024

"La Eucaristía es sacramento de unidad y sólo se puede celebrar en comunión"

  • 18 de septiembre, 2022
  • La Plata (Buenos Aires) (AICA)
Así lo enfatizó el arzobispo de La Plata, Mons. Víctor Fernández, al celebrar la solemnidad del Corpus Christi. Animó a abrir el corazón, volverse receptivos y dejarse invitar "una vez más por Jesús".
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La comunidad arquidiocesana platense participó de la adoración del Corpus Christi que comenzó en el convento de los padres Carmelitas con la procesión por las calles de la ciudad y que continuó con la misa que el arzobispo de La Plata, monseñor Víctor Manuel Fernández, presidió en la catedral ante una multitud de fieles que se unieron para adorar a Cristo. Concelebraron junto a monseñor Fernández, el obispo auxiliar, monseñor Alberto Germán Bochatey OSA¸ y el clero platense.

En la homilía el arzobispo platense expresó: “Aquí estamos, como iglesia diocesana en un único acto de adoración, unidos”, porque “la Eucaristía es el sacramento de la unidad y sólo se puede celebrar en comunión”, y agregó: “Hoy lo hacemos como comunidad diocesana, sabiendo que esta adoración de toda su iglesia unida agrada especialmente al Señor”.

La Eucaristía, manifestó, “es ante todo la misa, pero nosotros creemos que la presencia de Jesús en la hostia consagrada permanece. Por eso la Iglesia quiso también adorarlo en otros momentos, porque él se queda después de la misa, y eso es lo que hoy precisamente celebramos”.

Monseñor Fernández destacó que “hoy adoramos cantando, pensando en Jesús, mirándolo, y también caminando. Luego lo adoraremos comiéndolo”, aunque aseguró que “sólo podemos adorar cuando entramos en otra lógica, más allá de nuestras capacidades naturales. Porque sin esa mirada honda de la fe, aquí habría sólo un pedazo de pan”.

Asimismo, resaltó que la Eucaristía “no es sólo ternura y cercanía, es también toda la gloria divina presente detrás de la apariencia del pan”.

Tras explicar que si bien la Iglesia ha hecho durante 20 siglos hermosas custodias, sagrarios dorados y basílicas inmensas para expresar tanta gloria, consideró: “Está bien que la Iglesia desee expresarle esta adoración que se merece, sigue siendo, como Dios quiso, un pedacito de pan que Jesús partió en la última cena a sus amigos. Sigue siendo Jesús, con el aspecto de ese pequeño pan que fortalece nuestra debilidad con su gracia y su cariño”.

En esa sintonía, recordó una vez más “¡cuánta ternura contiene esta fiesta que hoy celebramos!”, porque “la Eucaristía es Jesús”, y si bien “tantas veces decimos cosas bellas de Jesús, ya no nos hacen vibrar, ya no nos conmueven”. Es por eso que pidió que “abramos el corazón, volvámonos receptivos y dejémonos invitar una vez más por Jesús, dejemos que él nos encuentre una vez más”.

“Él vino, saltó todas las distancias, se te volvió cercano como las cosas más simples y cotidianas de tu existencia. Él está, y eso es una realidad palpable en la Eucaristía: está, está. Está allí amando, está allí esperando, está allí ofreciendo su poder”, reafirmó.

Monseñor Fernández animó a dar un paso más, porque “ese que está allí en la Eucaristía te reconoce. Lo principal no es hacer un gran esfuerzo para descubrir que él está. Al contrario, hace falta que te aflojes, que abandones toda resistencia y te dejes reconocer por él. Jesús Eucaristía es un horno de vida, vida luminosa, vida intensa, vida plena. ¡Cristo vive!”.

Asimismo, recordó que “es hora de volver a reunirnos en la Eucaristía dominical para dar gloria al Señor en su día. La misa comunitaria del domingo, aunque estemos dormidos, distraídos y cansados es lo que más glorifica al Señor”. 

Por eso convocó a “regresar, con el cuerpo y con el corazón, a volver al camino del Señor, a darle la mayor gloria al que nos ama tanto”. “Pero este nuevo comienzo es también un relanzamiento de la misión. La misión es parte de la dinámica de la amistad con él, es indispensable para que esa amistad madure”, expresó.

Finalmente, monseñor Fernández pidió que la pandemia “no nos detenga más”, y anunció: “Hoy recomenzamos desde la Eucaristía. Hoy declaramos iniciada una nueva etapa como si fuéramos los primeros cristianos enviados por Jesús”.

Luego de la Comunión, se dedicó un momento de oración detenida para adorar a Jesús Eucaristía y a su término, el arzobispo platense agradeció al Consejo Pastoral de Laicos que se creó este año, por haber dedicado gran parte de tiempo a organizar esta fiesta. “Les agradezco porque lo hicieron con mucha generosidad y amor a Cristo y a la Iglesia”, expresó.+ 

» Texto de la homilía