La comunidad venezolana celebró su devoción a la Virgen de Chiquinquirá
- 20 de noviembre, 2024
- Buenos Aires (AICA)
La misa fue presidida por el arzobispo de Buenos Aires, Mons. Jorge García Cuerva, quien invocó la protección y sostenimiento de la Madre de Dios bajo esa advocación.
La comunidad venezolana residente en la Ciudad de Buenos Aires celebró el lunes 18 de noviembre, en la parroquia porteña de Nuestra Señora de Caacupé, la fiesta y la devoción de la Virgen de Chiquinquirá, con una celebración eucarística presidida por el arzobispo local, monseñor Jorge García Cuerva.
En la homilía, el prelado recordó que el dolor "que atravesó el alma de la Virgen no fue un dolor para nada, no fue un dolor que no sirvió, fue un dolor fecundo, porque mucho más fuerte que ese dolor de ver a su hijo en la cruz fue el amor que sentía por Él, y por eso, a pesar de que la Virgen sintió que su corazón estaba atravesado por la espada, el amor fue más fuerte y ella se sostuvo al pie de la cruz, siguió adelante".
"Ese dolor -dijo- se transformó en alegría cuando se reencontró con su Hijo resucitado, cuando se dio cuenta de que la muerte no tenía la última palabra".
Monseñor García Cuerva recordó a los devotos venezolanos que, "al hablar de espadas que atraviesan el alma, sin dudas, cada uno de ustedes saben de qué se trata, de esos dolores que cada uno tiene adentro".
"Por eso -señaló-, hoy quería que le pidiéramos a la Virgen de Chiquinquirá que también nuestro dolor, provocado por esas espadas que atraviesan nuestro corazón, sean espadas fecundas, que no sea un dolor que nos termine aplastando, sino un dolor fecundo, que nos renueve en la esperanza y en la alegría".
Finalmente, afirmó: "Tenemos que tener cuidado de que no sean espadas envenenadas que nos atraviesan el corazón de la bronca y el rencor; porque, si es así, voy a terminar siendo un amargado, que se queja todo el tiempo. No dejemos que eso suceda. Aunque la bronca esté, no podemos dejar que domine nuestro corazón y vida".
Luego de la misa, hubo una serenata y se compartió un momento entre amigos y familias.
La fiesta de la Virgen de Chiquinquirá, en Venezuela, se celebra cada año del 11 al 18 de noviembre en la ciudad de Maracaibo y en otros municipios del Estado de Zulia. La Iglesia Católica promueve la festividad, que conmemora el milagro de la Virgen de Chiquinquirá, patrona de ese Estado.
La Virgen de Chiquinquirá es conocida popularmente como "La Chinita" y es considerada la madre celestial de los zulianos. La imagen original de la Virgen se encuentra en la basílica de Nuestra Señora de Chiquinquirá, adonde miles de peregrinos acuden todos los domingos para asistir a las misas y procesiones.
La historia de la Virgen de Chiquinquirá cuenta que la lavandera María Cárdenas encontró una tablita con una imagen de la Virgen en el lago de Maracaibo. La imagen brilló, lo que provocó conmoción en la trabajadora, y tiempo después se realizó una primera procesión en honor a la Virgen.+