Jueves 28 de marzo de 2024

"La Civiltà Cattolica" es "única en su género", dijo Francisco

  • 11 de julio, 2013
  • Ciudad del Vaticano
La Civiltà Cattolica es una revista "única en su género, que nace de una comunidad de vida y de estudios; como en un coro compenetrado en el que cada uno debe tener su voz y ponerla en armonía con la de los demás", dijo el papa Francisco al recibir recientemente a los que trabajan en la edición semanal de esta acreditada revista que dirigen los jesuitas desde hace más de 160 años.
Doná a AICA.org
La Civiltà Cattolica es una revista "única en su género, que nace de una comunidad de vida y de estudios; como en un coro compenetrado en el que cada uno debe tener su voz y ponerla en armonía con la de los demás", dijo el papa Francisco al recibir recientemente a los que trabajan en la edición semanal de esta acreditada revista que dirigen los jesuitas desde hace más de 160 años.

Al iniciar el encuentro el papa Francisco saludó con afecto a la comunidad de los escritores, junto a las religiosas y a los encargados de la administración de la publicación de los jesuitas que desde 1850 desarrollan un trabajo que "se caracteriza ?les dijo? por una relación especial con el Papa y la Sede Apostólica". Y destacó que sus predecesores, en las audiencias que mantuvieron a lo largo de estos años, reconocieron muchas veces que este vínculo es "una característica esencial de la revista". Por esta razón, en este primer encuentro del Obispo de Roma con quienes realizan esta importante publicación les sugirió tres palabras a fin de "ayudarlos en su empeño": diálogo, discernimiento y frontera.

Diálogo
El Papa les pidió a sus queridos hermanos que continúen el diálogo con las instituciones culturales, sociales y políticas, también para ofrecer su contribución "a la formación de ciudadanos a los que les interese el bien de todos y trabajen por el bien común. La Civiltà Católica ?les dijo Francisco? es la civilización del amor, de la misericordia y de la fe. Y les recordó que Dios actúa en la vida de todo hombre y en la cultura: el Espíritu sopla donde quiere. Por eso les recomendó que traten de descubrir lo que Dios ha obrado y cómo seguirá su obra; a la vez que destacó que "un tesoro de los jesuitas es precisamente el discernimiento espiritual, que trata de reconocer la presencia del Espíritu de Dios en la realidad humana y cultural.

Discernimiento
La segunda palabra es el discernimiento. Su tarea es recoger y expresar las expectativas, los deseos, las alegrías y los dramas de nuestro tiempo, y ofrecer los elementos para una lectura de la realidad a la luz del Evangelio. Las grandes preguntas espirituales hoy están más vivas que nunca, pero se necesita que alguien las interprete y entienda. Con inteligencia humilde y abierta "traten de encontrar a Dios en todas las cosas", como escribía san Ignacio.

En este contexto les recordó que Dios actúa en la vida de todo hombre y en la cultura: el Espíritu sopla donde quiere. Por eso les recomendó que traten de descubrir lo que Dios ha obrado y cómo seguirá su obra; a la vez que destacó que "un tesoro de los jesuitas es precisamente el discernimiento espiritual, que trata de reconocer la presencia del Espíritu de Dios en la realidad humana y cultural.

Frontera
La tercera palabra es frontera. La misión de una revista de cultura como La Civiltà Cattolica entra en el debate cultural contemporáneo y propone, de modo serio y, al mismo tiempo accesible, la visión que viene de la fe cristiana. La fractura entre Evangelio y cultura es sin duda un drama. "Ustedes están llamados a dar su contribución para sanar esta fractura que pasa también a través del corazón de cada uno de ustedes y de sus lectores".

Al despedirse, el papa Francisco, manifestando que notaba entre ellos la presencia de jóvenes, menos jóvenes y ancianos, les dijo que su revista es "única en su género, que nace de una comunidad de vida y de estudios; como en un coro compenetrado en el que cada uno debe tener su voz y ponerla en armonía con la de los demás". Por esta razón los animó manifestando su seguridad de poder contar con ellos, mientras los encomendó a la Virgen del Camino y les impartió a todos ellos, sin olvidar a sus colaboradores y lectores, una bendición apostólica especial.+