Sábado 23 de noviembre de 2024

La calma y la paciencia de Cristo, el camino para hacer el bien incluso en las dificultades

  • 26 de junio, 2022
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
En la reflexión dominical que precede al rezo del Ángelus, el Papa señaló que seguir a Jesús significa avanzar con determinación en nuestro compromiso, con serenidad, paciencia y longanimidad.
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 "Pidamos a Jesús la fuerza para ser como Él, para seguirlo con firmeza. No ser vengativo e intolerante cuando surgen las dificultades, cuando nos entregamos por el bien y los demás no lo entienden”, reflexionó este domingo el papa Francisco en sus palabras previas al rezo del Ángelus en la Plaza de San Pedro ante unas 20 mil personas.

Comentando el Evangelio dominical en el que San Lucas relata cuando Jesús “tomó la firme decisión de ponerse en camino hacia Jerusalén.

En esta línea, el Papa señaló que Cristo comenzó “el ‘gran viaje’ a la Ciudad Santa, que requiere una decisión especial por ser la última” mientras que “los discípulos, llenos de un entusiasmo todavía demasiado mundano, sueñan que el Maestro está en camino hacia el triunfo; Jesús, en cambio, sabe que en Jerusalén le esperan el rechazo y la muerte”.

Además, el Santo Padre destacó el “Amor misericordioso del Padre” y alentó a pedir la gracia de aumentar “la paciencia, constancia y espíritu penitencial” para imitar la actitud de Cristo.

Jesús recorre el camino “de la firmeza que, lejos de traducirse en dureza, implica calma, paciencia, longanimidad, sin por ello aflojar lo más mínimo en nuestro empeño por hacer el bien”.

“Esta forma de ser no denota debilidad, sino por el contrario, una gran fuerza interior. Dejarse vencer por la ira en la adversidad es fácil, es instintivo. Lo difícil, en cambio, es dominarse a sí mismo, haciendo como Jesús, que -dice el Evangelio- se puso en camino hacia otra aldea”.

Por ello, el Santo Padre sugirió hacer el bien “sin recriminaciones” ya que “Jesús nos ayuda a ser personas serenas, contentas con el bien que hemos hecho y sin buscar la aprobación humana”.

En este sentido, el Papa invitó a cuestionarnos “¿y cuál es nuestra posición? Ante los desacuerdos, los malentendidos, ¿nos dirigimos al Señor, le pedimos su constancia para hacer el bien? ¿O buscamos la confirmación en los aplausos y acabamos amargados y resentidos cuando no los escuchamos?”.

“Pidamos entonces a Jesús la fuerza para ser como Él, para seguirlo con firmeza en este camino de servicio, para no ser vengativo, no ser intolerante cuando surgen dificultades, cuando nos gastamos para bien y los demás no lo entienden, incluso nos descalifican, silencio y hacia adelante”, exhortó el Papa.+