En el segundo domingo de Cuaresma, el papa Francisco rezó el Ángelus desde el balcón de la plaza San Pedro y animó a vivir la transfiguración como "la luz para atravesar las tinieblas".
El Papa dedicó el Ángelus a reflexionar sobre los 40 días de Jesús en el desierto y advirtió sobre los peligros de interactuar con el diablo: "Si entramos en diálogo, seremos vencidos".
Tras el rezo del Ángelus en el quinto domingo durante el año, el papa Francisco se refirió a la Jornada Mundial contra la Trata de Personas y a la Jornada de la Vida en Italia.
Al rezar la oración mariana del Ángelus en el quinto domingo durante el año, el papa Francisco animó a "llevar la ternura de Dios a la humanidad sufriente".