Jueves 2 de mayo de 2024

La asamblea sinodal descansará dos días antes de votar el documento síntesis

  • 25 de octubre, 2023
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
El 28 de octubre, la XVI Asamblea General del Sínodo votará un resumen que contendrá sus principales preocupaciones. También se somete a votación la "Carta al Pueblo de Dios".
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Los participantes del Sínodo de la sinodalidad recibieron hoy el documento final de esta fase del Sínodo, que verá su última sesión, después de tres años de trabajo, en octubre de 2025, según lo informó el prefecto del Dicasterio para la Comunicación de la Santa Sede, Paolo Ruffini, a los periodistas, durante la rueda de prensa de este miércoles 25 de octubre en el Vaticano.

Se trata -explicó el prefecto- de un texto de 40 páginas, distribuido en el Aula Pablo VI en italiano e inglés, con traducción en proceso a las demás lenguas. 

“Es una etapa de discernimiento de cara a la asamblea del próximo año”, precisó Ruffini, recordando que esta fase del Sínodo “es consultiva” y que “la presencia de miembros no episcopales en el Sínodo, prevista por la Episcopalis Communio, no cambia la naturaleza de la asamblea, que es y sigue siendo episcopal". 

En la Congregación General de esta mañana, a la que asistieron 348 personas, se leyó el texto de la "Carta al Pueblo de Dios", modificado según las sugerencias de la asamblea, tanto verbalmente como por escrito. La carta será votada esta tarde, en la apertura de la 18ª Congregación General. Después de la votación de la carta, anunció Ruffini, comenzará la discusión sobre el documento resumen, tanto en la cámara como en los pequeños grupos, en los que sólo podrán participar los 365 miembros con derecho a voto. Por tanto, el debate continuará mañana por la mañana en los Círculos Menores y, mañana por la tarde, en la Congregación General. 

“Para dejar más espacio para el debate, dijo Ruffini, se decidió celebrar una Congregación General adicional, que tendrá lugar el viernes por la mañana, para recoger propuestas para la siguiente fase del proceso sinodal”. El texto final del informe resumido se leerá el sábado por la mañana y se votará el sábado por la tarde.

La clericalización de las mujeres no resuelve el problema
El cardenal Robert Francis Prevost, obispo emérito de Chiclayo (Perú) y prefecto del Dicasterio para los Obispos, respondió así a las preguntas de los periodistas sobre la ordenación sacerdotal de las mujeres

Según Prevost, "es necesario mirar a una concepción diferente del liderazgo y del servicio de la Iglesia, que pueda ser realizado tanto por hombres como por mujeres". 

“Una de las cosas que surgió claramente en el Sínodo -anunció el cardenal- es que el hecho de que las mujeres sean reconocidas de cierta manera en la sociedad no implica necesariamente un paralelismo reflejado dentro de la Iglesia. Hay categorías que pueden ser diferentes. No podemos decir que cambiaremos la tradición de la Iglesia, que continúa desde hace dos mil años, pero las mujeres ciertamente están asumiendo un papel de liderazgo también en la Iglesia y desempeñan un papel importante en la vida de la Iglesia en diferentes niveles". 

“Hablando del proceso del sínodo -añadió el cardenal Dieudonné Nzapalainga, arzobispo de Bangui (República Centroafricana)-, cuando nos reunimos como Iglesia, debemos tener una sensibilidad femenina. No hay sólo un nivel formal, sino también informal: hay muchas mujeres a las que los obispos pedimos consejo. En virtud del bautismo, las mujeres no pueden estar distantes, deben asociarse e involucrarse en los procesos de toma de decisiones. La Iglesia tiene una larga tradición: debemos ver cómo garantizar que las mujeres puedan expresarse cada vez más en la Iglesia". 

“Las mujeres tuvieron una influencia importante en la Iglesia”, dijo monseñor Timothy Broglio, ordinario militar de los Estados Unidos, citando la experiencia de las escuelas católicas estadounidenses y el papel de las monjas que enseñaban allí. 

“Si hablas con la mayoría de los sacerdotes diocesanos -acotó- la mayoría te dirá que aprendieron a discernir su vocación gracias al trabajo de las monjas en las escuelas. La idea de que las mujeres no desempeñan ciertos roles y no tienen influencia en la Iglesia es una percepción completamente errónea". 

“Me sentí escuchada como laica, como mujer y como mujer africana, en una Iglesia que muchas veces no escuchó esta voz, no garantizó la posibilidad de enriquecerse con la voz y la sabiduría que provienen de las mujeres y laicas de los pueblos africanos”, testificó Nora Kofognotera Nonterah, una de las dos mujeres africanas presentes en el Sínodo y una de las pocas teólogas del continente africano, que subrayó la "resiliencia de las mujeres africanas, de los laicos y de toda la Iglesia, que a veces no pueden sentarse en mesas importantes". 

“La Iglesia sinodal debe estar dispuesta a sentarse junto con las mujeres, especialmente las laicas, que viven la sinodalidad en el mundo, para aprender a renovar la imaginación de la Iglesia orientada hacia el Espíritu Santo”, exhortó la teóloga, según la cual “las mujeres africanas pueden enseñar a la Iglesia a ser madre de todos sus hijos. Y la sinodalidad es la mejor manera de vivir esta Iglesia".

"Sólo podremos tener una Iglesia sinodal si hay una verdadera formación, enraizada en la conversación del Espíritu, que nos invita siempre a celebrar, a reconocer nuestras diferencias y a no ocultarlas. Debemos dar una opción preferencial a los laicos en teología, en derecho canónico, en el ministerio de la Iglesia, en el liderazgo: debe convertirse en una práctica de una Iglesia sinodal. La corresponsabilidad es la base de la sinodalidad: esto es lo que significa ser Iglesia misionera”. 

“La sinodalidad -concluyó la teóloga africana- nos ayuda a descubrir la necesidad del papel de la mujer en las estructuras de gobierno y de toma de decisiones de la Iglesia en todos los niveles. Nos ayuda a descubrir y priorizar la educación de las mujeres y los jóvenes, especialmente en África”.+