Jóvenes misioneros visitaron la localidad de Bragado
- 18 de enero, 2021
- Bragado (Buenos Aires) (AICA)
De la parroquia San Rafael Arcángel, de Villa Devoto, 13 jóvenes acompañados por 2 sacerdotes, misionaron en la localidad de Bragado, diócesis de Nueve de Julio.
Jóvenes de la parroquia San Rafael Arcángel, del barrio porteño de Villa Devoto de la arquidiócesis de Buenos Aires, realizaron una misión de verano por cuarto año consecutivo en Bragado, provincia de Buenos Aires, diócesis de Nueve de Julio.
A pesar de la pandemia, pudieron adaptarse los protocolos necesarios para realizar la misión, entre el lunes 4 y el domingo 10 de enero. Participaron 13 jóvenes, acompañados por el párroco y el vicario parroquial de San Rafael, presbíteros César Alberto Femia y Martín José Clavijo, respectivamente.
La parroquia San Martín de Porres de Bragado recibió a los jóvenes que, con barbijos y una imagen de la Virgen de Luján en mano, recorrieron las calles del pueblo para visitar a las familias. Por las tardes, realizaron actividades recreativas con jóvenes y al concluir cada jornada, compartieron la celebración de la misa con la comunidad. Además, realizaron un pesebre viviente con los niños del pueblo.
“Esta semana de misión me hizo pensar en aquellas cosas que hacemos por y con amor. Esa sensación en nuestro pecho, tan difícil de explicar. Eso, es nuestro corazón amando. Detrás de eso está Dios. Vivir para amar, servir, misionar y anunciar ese amor tan grande de Jesús. Hace unos días, alguien me dijo que los deseos más profundos de nuestro corazón están también en el corazón de Dios. Porque lo sentí y experimenté, una vez más les digo y comparto: ¡Amen y siéntanse amados!”, escribía Sofía en sus redes sociales, una de las jóvenes que participó de la misión.
Por su parte, Jazmín y Nicolás, los más jóvenes que participaron, con 17 años, compartieron un video testimonio en las redes sociales del grupo prejuveniles. “Desde que éramos chicos y arrancamos en la parroquia esperamos ir a misionar y había llegado el momento. Pero era un momento diferente, no sabíamos si el cumpliría nuestras expectativas”, comenzó diciendo Jazmín con dudas, pero luego contó que “la gente estaba muy agradecida, hasta con el mínimo gesto que dábamos nosotros. Me sentí super plena desde el primer día”.
Nicolás recordó cómo en cada casa “estaban muy agradecidos con la presencia de la Virgen de Luján, me sorprendió su devoción y admiración”, expresó y agregó: “A ellos les cambiaba la vida que estemos ahí”.
Sobre el signo de la cruz en el pecho, una de las cosas que identifica a los misioneros, mencionaron: “Llevar la cruz en el pecho es un signo de que alguien me está acompañando todo el tiempo. Está en el pecho y se vea o no, está ahí”, dijo Jazmín, y Nicolás añadió: “La cruz visible y la Virgen en la misión, son como una credencial que nos hace representantes de Jesús. Cuando la gente ve eso, nos abre la puerta”.+