Viernes 29 de marzo de 2024

Honestidad, responsabilidad y valentía ante el cambio climático, pidió el Papa a la ONU

  • 24 de septiembre, 2019
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
Videomensaje del Santo Padre en ocasión de la Cumbre de la ONU
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“Honestidad, responsabilidad, valentía”: son las características necesarias para afrontar “uno de los fenómenos más graves y preocupantes de nuestro tiempo: el cambio climático”, expresó en español el Santo Padre en un videomensaje, difundido ayer por la tarde, en ocasión de la Cumbre de la ONU, que inició este lunes 23 de septiembre, en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, sobre el tema: “Lucha contra el cambio climático y sostenibilidad”.



El pontífice recordó que a cuatro años del Acuerdo de París, los compromisos asumidos por los Estados “aún siguen siendo muy ‘flojos’ y están lejos de alcanzar los objetivos fijados”.



Nuevamente pidió un compromiso resuelto, orientado a “cultivar un desarrollo humano integral, para asegurar una vida mejor a las generaciones futuras”. Para ello, es importante reconocer que “la degradación ambiental está relacionada con la degradación humana, ética y social”, y atreverse a afrontar “un desafío de civilización”, reflexionando “sobre el sentido de nuestros modelos de consumo y de producción, y en los procesos de educación y sensibilización, para tornarlos coherentes con la dignidad humana”.



En el encuentro de Nueva York participaron más de 60 líderes mundiales y como antesala se organizaron “marchas” sobre el clima en varias partes del mundo. Ayer, sumamente conmovida, pronunció un discurso la joven de 16 años Greta Thunberg, que hace meses viaja por el mundo para concientizar a los países sobre el destino del planeta.



Dirigiéndose a los jefes de Estado presentes, ella dijo que “estamos en el inicio de una extinción masiva y ustedes hablan de dinero y de fábulas ligadas al eterno crecimiento económico. Ustedes se han robado mis sueños y mi infancia con sus palabras”.





Palabras del Papa en el videomensaje

Saludo a los participantes de la Cumbre de la ONU 2019 sobre Acción Climática. Quisiera agradecer al Secretario General de las Naciones Unidas, al Sr. António Guterres, por haber convocado a este encuentro, así como por haber llamado la atención de los Jefes de Estado y de gobierno -y de toda la comunidad internacional y la opinión pública mundial- sobre uno de los fenómenos más graves y preocupantes de nuestra época: el cambio climático.



Se trata de uno de los principales desafíos que debemos afrontar y es por eso que la humanidad es llamada a cultivar tres grandes cualidades morales: honestidad, responsabilidad y valentía.



Con el Acuerdo de París del 12 de diciembre de 2015, la comunidad internacional ha tomado conciencia de la urgencia y la necesidad de dar una respuesta colectiva para colaborar en la construcción de nuestra casa común. Sin embargo, a cuatro años de aquél acuerdo histórico, se observa que los compromisos asumidos por los Estados aún siguen siendo muy “flojos” y están lejos de alcanzar los objetivos fijados.



Además de las numerosas iniciativas, no solo de parte de los gobiernos sino de toda la sociedad civil, es necesario cuestionarse si hay una verdadera voluntad política de destinar mayores recursos humanos, financieros y tecnológicos para mitigar los efectos negativos del cambio climático y ayudar a las poblaciones más pobres y vulnerables, que son las que sufren mayormente por ello.



Si bien la situación no es buena y el planeta sufre por ella, la ventana a la oportunidad continúa abierta. Todavía lo está. Todavía estamos a tiempo. No dejemos que se cierre. Abrámosla con nuestro compromiso de cultivar un desarrollo humano integral, para asegurar una vida mejor a las generaciones futuras. El futuro es de ellos, no nuestro. Así como la humanidad del período postindustrial quizás será recordada como una de las más irresponsables de la historia, es de esperar que la humanidad de principios del siglo XXI pueda ser recordada por haber asumido sus graves responsabilidades con generosidad”.



Con honestidad, responsabilidad y valentía debemos poner nuestra inteligencia al servicio de otro tipo de progreso, más sano, más humano, más social y más integral”, que sea capaz de poner la economía al servicio de la persona humana, de construir la paz y proteger el ambiente.



El problema del cambio climático tiene que ver con cuestiones de ética, equidad y justicia social. La situación de degradación ambiental actual está conectada con la degradación humana, ética y social, tal y como la vivimos todos los días. Y esto nos obliga a reflexionar sobre el sentido de nuestros modelos de consumo y de producción, y en los procesos de educación y sensibilización, para que se vuelvan coherentes con la dignidad humana. Estamos frente a un “desafío de civilización”, en favor del bien común. Y esto está claro, así como está claro que hay una cantidad de soluciones que están al alcance de todos, si adoptamos, a nivel personal y social un estilo de vida que encarne la honestidad, la valentía y la responsabilidad.



Me gustaría que estas tres palabras clave: honestidad, valentía y responsabilidad, ocupasen un lugar central en su trabajo de hoy y mañana, que acompaño desde aquí con mis mejores deseos y con mi oración. Muchísimas gracias”. +