Fuerte llamado a defender la familia en la fiesta del Señor de los Milagros

Miles de fieles participaron ayer, domingo 12 de mayo, de la fiesta de la Ascensión del Señor, en el cierre de las celebraciones que se rinden en el santuario del Señor de los Milagros de Mailín, donde el obispo diocesano, monseñor Francisco Polti, llamó a profundizar en el aprecio por la fidelidad matrimonial y la educación de los hijos en la fe. Las fiestas estuvieron marcadas por un notable incremento en la afluencia de peregrinos, que los sacerdotes atribuyeron al "efecto Francisco".

Miles de fieles participaron ayer, domingo 12 de mayo, de la fiesta de la Ascensión del Señor, en el cierre de las celebraciones que se rinden en el santuario del Señor de los Milagros de Mailín, donde el obispo diocesano, monseñor Francisco Polti, llamó a profundizar en el aprecio por la fidelidad matrimonial y la educación de los hijos en la fe.

"Queridas familias ?expresó el obispo- si bien en esta mañana junto a nuestro Señor de los Milagros de Mailín no puedo abordar la compleja situación que atraviesan, las palabras que hoy les dirijo son un deseo de este pastor, de ayudar a todos a profundizar en el aprecio por el matrimonio y la familia".

Monseñor Polti animó a no tener miedo de los compromisos definitivos y a no dejarse seducir por lo provisional, advirtiendo del peligro presente de abandonar la fe: "Somos víctimas de una tendencia que nos empuja a lo efímero... ¡como si deseáramos permanecer adolescentes para toda la vida! ¡No tengamos miedo de los compromisos definitivos, de los compromisos que involucran y abarcan toda la vida! ¡De esta manera, nuestra vida será fecunda! Y ¡esto es libertad! Tener el coraje de tomar decisiones con grandeza".

Dirigiéndose a los padres de familia, el obispo les pidió ir al encuentro de Jesucristo y educar a los hijos con el ejemplo. "Esa vida en Dios, nuestra fe, nosotros la entregamos a nuestros hijos como la hemos recibido de nuestros padres y educadores. ¡Enseñemos el gusto por la oración!", expresó.

El prelado se refirió en varias ocasiones al pontificado de Francisco y sus enseñanzas sobre la Sagrada Familia, como el día del inicio de su ministerio petrino, cuando valoró la presencia constante y fiel de san José. "José hizo lo que el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer. En estas palabras se encierra ya la misión que Dios confía a José, la de ser custodio de María y Jesús, con discreción, con humildad, en silencio, pero con una presencia constante y una fidelidad total, aun cuando no comprende", enseñó.

"Queridos hermanos, es preciso que como miembros de la Iglesia asumamos nuestra responsabilidad de poner los medios necesarios para contener la situación que atraviesan las familias hoy. De nosotros depende. Si no lo hacemos nosotros, nadie lo hará. No podemos ni debemos esperar que el mundo cambie. Nosotros, con la ayuda de Dios, y en nuestra pequeña medida, podemos cambiar el mundo", concluyó.

Al finalizar la misa, los fieles acompañaron la procesión de la sagrada Cruz alrededor de la plaza. A las 16 se celebraron bautismos, y al final de la jornada, la venerada cruz regresó al interior del santuario.

Durante la semana, los sacerdotes que asistieron espiritualmente a quienes llegaban a Villa Mailín notaron la aumentada afluencia de peregrinos, que atribuyeron al "efecto Francisco". Para esta multitudinaria fiesta originada en la devoción popular, se estimó una concurrencia de alrededor de 300.000 personas.

Los pobladores de la Villa tendrán su celebración patronal el próximo domingo 19, oportunidad en que nuevamente se bajará la Cruz y se saldrá en procesión por las calles céntricas del pueblo.+

Texto completo de la homilía