Francisco: 'Somos personas queridas por Jesús, más allá de todo mérito y expectativa'
- 5 de mayo, 2024
- Ciudad del Vaticano (AICA)
"Somos personas a las que Él tiende la mano y ofrece su amor, su gracia, su Palabra, y con las que comparte lo que le es más querido, todo lo que ha escuchado del Padre", manifestó el Papa.
En el sexto domingo de Pascua y ante miles de fieles y peregrinos presentes en la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco subrayó, previamente a la oración del Regina Coeli, que en el Evangelio de este domingo “Jesús dijo a los Apóstoles: ‘Ya no los llamo siervos, sino amigos’”.
Para explicar este cambio, el Pontífice recordó que, en la Biblia, los ‘siervos’ de Dios “son personas especiales, a las que Dios confía misiones importantes, son personas en cuyas manos Dios pone sus tesoros. Pero para Jesús somos algo más grande”.
Sin embargo -dijo-, “todo esto no basta, según Jesús, para decir quiénes somos para Él, ya que se necesita algo más, algo más grande, que va más allá de los bienes y de los planes mismos: se necesita la amistad”.
Una experiencia que comienza en la niñez
"La amistad, aseguró el obispo de Roma, es una hermosa experiencia que aprendemos desde niños: a los amigos les ofrecemos nuestros juguetes y los regalos más hermosos; como adolescentes, les confiamos nuestros primeros secretos; como jóvenes, les ofrecemos lealtad; como adultos, compartimos satisfacciones y preocupaciones; como ancianos, los recuerdos, las consideraciones y los silencios de largos días”. “Pensemos por un momento en nuestros amigos, ¡y demos gracias al Señor!”, agregó.
En tanto, precisó que la amistad “no es fruto del cálculo, ni de constricción: nace espontáneamente, cuando reconocemos algo de nosotros mismos en la otra persona. Y, si es verdadera, es tan fuerte que no decae ni siquiera ante la traición”.
“Un verdadero amigo no te abandona, ni siquiera cuando cometes un error: te corrige, puede reprenderte, pero te perdona y no te abandona”.
Amigos de Jesús, personas queridas más allá de todo mérito
El Santo Padre destacó, en referencia a la narrativa evangélica, que “Jesús hoy nos dice que para Él somos precisamente eso, amigos: personas queridas más allá de todo mérito y expectativa, a las que Él tiende la mano y ofrece su amor, su gracia, su Palabra; con las que comparte lo que le es más querido, todo lo que ha escuchado del Padre”.
“Hasta el punto de hacerse frágil para nosotros, hasta ponerse en nuestras manos sin defensa ni pretensiones, porque nos ama, quiere nuestro bien y quiere que participemos del suyo”, enfatizó.
Que María nos ayude a crecer en la amistad con su Hijo
Al final de su alocución, pidió que la Virgen María “nos ayude a crecer en la amistad con su Hijo y a difundirla a nuestro alrededor”.
En la ocasión, animó a realizar las siguientes preguntas, que “nos ayudarán a profundizar en nuestra amistad con Jesús: ¿qué rostro tiene el Señor para mí?, ¿el rostro de un amigo o el de un extraño? ¿Me siento amado por Él como un ser querido? ¿Y cuál es el rostro de Jesús que testimonio a los demás, especialmente a los que cometen errores y necesitan perdón?”.+