Miércoles 11 de septiembre de 2024

Francisco: 'María es una hermana con las sandalias gastadas'

  • 15 de agosto, 2024
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
Como es habitual en la solemnidad de la Asunción, el Papa se asomó al balcón de los departamentos pontificios para el rezo del Ángelus, durante el que destacó que María es una mujer en salida.
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Como es costumbre en la solemnidad de la Asunción de la Virgen, el Papa Francisco se asomó al balcón de los departamentos pontificios para el rezo del Ángelus, durante el que destacó que María no es "una estatua inmóvil", sino "una hermana con las sandalias gastadas".

El pontífice comentó el Evangelio del día en el que María, tras la anunciación, se pone en camino para visitar a su prima Isabel, y explicó el significado profundo de ese gesto.

"María no considera un privilegio la noticia recibida del Ángel, sino que, por el contrario, deja su casa y se pone en camino, con la prisa de quien desea anunciar a los demás esa alegría y con el afán de ponerse al servicio de su prima", puntualizó.

"Ese primer viaje, en realidad, es una metáfora de toda su vida, porque, a partir de ese momento, María estará siempre en camino, siguiendo a Jesús como discípula del Reino. Y, al final, su peregrinación terrena termina con su Asunción al Cielo, donde, junto a su Hijo, goza para siempre de la alegría de la vida eterna", sostuvo.

Por eso, sostuvo el Papa, "no debemos imaginar a María como una inmóvil estatua de cera, sino que en ella podemos ver a una hermana con las sandalias gastadas y con tanto cansancio en las venas, por haber caminado tras el Señor y al encuentro de  sus hermanos y hermanas, concluyendo su viaje en la gloria del Cielo".

"La Virgen es aquella que nos precede en el camino, recordándonos a todos que también nuestra vida es un viaje continuo  hacia la unión definitiva con el Señor", subrayó, y profundizó: "El camino de María nos muestra que nuestra vida no es un viaje sin sentido ni propósito, sino un proyecto de amor, una peregrinación que nos lleva, día tras día, al encuentro con Él y a la alegría sin fin que nos tiene preparada". 

"Queridos hermanos, esta esperanza debe alimentar el camino de nuestra vida, especialmente cuando es más fatigoso. Y nos hace bien preguntarnos, en este día de fiesta: ¿alimento esta esperanza, sabiendo que estoy  acompañado por el Señor y que Él me espera al final de mi camino terreno? ¿Estoy en camino en mi vida?, ¿o me he acomodado, viviendo al día? ¿Recuerdo que estoy hecho para el Cielo, buscando al Señor y amando a mis hermanos, o pienso sólo en mí mismo y permanezco encerrado en las cosas terrenas?", concluyó.+