Francisco elogia 'la determinación y el heroísmo' del pueblo timorense
- 9 de septiembre, 2024
- Dili (Timor Oriental) (AICA)
El pontífice se reunió en privado con el presidente Ramos-Horta, en el palacio presidencial, y luego dirigió allí mismo un discurso a las autoridades políticas y a representantes de la sociedad civil.
El Papa Francisco llegó este lunes 9 de septiembre a Timor Oriental, uno de los países con mayor porcentaje de católicos en el mundo, donde el 95% -sobre una población de aproximadamente 1,5 millones de habitantes- profesa la fe.
A su llegada, el pontífice fue recibido, al pie de la escalerilla del avión, por el presidente del país, José Ramos-Horta, y por el primer ministro, Xanana Gusmao, con los que se reunió en el mismo aeropuerto brevemente, antes de trasladarse a la Nunciatura para descansar unas horas.
Luego de ello, el pontífice salió de la Nunciatura Apostólica, y recorrió las calles de la capital timorense en un vehículo cerrado -a diferencia de lo que ocurrió tras abandonar el aeropuerto internacional, tres horas antes, cuando utilizó el papamóvil-, acompañado por decenas de miles de fieles, que saludaron su paso con gritos de "hurra", portando banderas de Timor Oriental y del Vaticano.
A su llegada al Palacio Presidencial "Nicolau Lobato" Su Santidad fue recibido con honores, incluyendo una guardia de honor, la entonación de ambos himnos nacionales y disparos de salvas de cañón, en señal de respeto. También se rindió tributo a las banderas del Vaticano y de Timor Oriental, y se realizó una presentación de las delegaciones presentes.
En ese marco, se presentó también un grupo de 29 niños vestidos con trajes tradicionales, tres de los cuales ofrecieron al Papa flores y el tradicional pañuelo timorense, el tais.
Francisco y el presidente timorense se reunieron en privado, mientras que miembros de la Secretaría de Estado vaticana y autoridades religiosas de Timor se reunieron con el primer ministro, Xanana Gusmão.
Tras la firma del Libro de Honor y la fotografía oficial, las delegaciones se dirigieron a la Sala China, donde se reunieron con autoridades políticas y representantes de la sociedad civil, ocasión en que se escuchó el primer discurso del Papa.
"Doy gracias al Señor por haberme traído a Timor Oriental, y animo a su pueblo a vivir la alegría de la fe en armonía y en diálogo con la cultura. Lo mejor y más bello de Timor Oriental es su gente. Los bendigo desde el fondo de mi corazón", escribió el pontífice en el Libro de Honor del Palacio Presidencial.
Tras la independencia, necesidad de reconciliación y desarrollo social
"Timor Oriental, que supo afrontar momentos de grandes tribulaciones con paciente determinación y heroísmo, vive hoy como un país pacífico y democrático, comprometido con la construcción de una sociedad solidaria y fraternal, desarrollando relaciones pacíficas con sus vecinos en el seno de la comunidad internacional", dijo Francisco en ese primer discurso en Dili, la capital del país.
Se trata de la primera visita de un Papa después de la independencia timorense. Francisco confió, al respecto, en que Timor Oriental "podrá afrontar las dificultades y los problemas actuales con inteligencia y creatividad".
"Damos gracias al Señor porque, atravesando un período tan dramático de vuestra historia, no perdisteis la esperanza y, después de días oscuros y difíciles, por fin amaneció un amanecer de paz y libertad", declaró, en una intervención en español.
El Papa recordó la visita de Juan Pablo II, en 1989, todavía bajo ocupación indonesia, y destacó el "arraigo en la fe católica" de los timorenses como factor decisivo para superar "años de prueba, en su mayor prueba".
"Son un pueblo que sufre, pero sabio en el sufrimiento", añadió, asumiendo la necesidad de una "purificación de la memoria".
Francisco se refirió, de esa manera, al período que transcurrió entre "la independencia declarada y la definitivamente restablecida", del 28 de noviembre de 1975 al 20 de mayo de 2002.
Timor Oriental, destacó, "atravesó una fase dolorosa en su pasado reciente", con "convulsiones y violencia", elogiando el esfuerzo en favor de la "plena reconciliación con vuestros hermanos indonesios", actitud que, según el Papa, "encontró su primera y más pura fuente en las enseñanzas del Evangelio".
El país supo resurgir, encontrando un camino de paz y el inicio de una nueva etapa, que pretende ser de desarrollo, mejora de las condiciones de vida y valorización, a todos los niveles, del esplendor intacto de este territorio y sus recursos naturales y humanos".
El pontífice quiso resaltar la importancia de ese territorio, situado entre Asia y Oceanía, y su conexión histórica con Portugal, de donde llegaron los primeros misioneros dominicos, en el siglo XVI, "trayendo el catolicismo y la lengua portuguesa".
"Nacido en Asia, el cristianismo llegó a estos remotos confines del continente a través de misioneros europeos, dando testimonio de su vocación universal y de su capacidad de armonización con las más diversas culturas", añadió.
El Papa agradeció la decisión del país de adoptar la declaración que firmó junto con el Gran Imán de Al-Azhar, el 4 de febrero de 2019, como "documento nacional" de Timor Oriental, incluyéndola en los planes de estudios escolares, bajo la disciplina de "Humanidad y Fraternidad".
El Papa condena los abusos a menores y llama a combatir la pobreza
"No olvidemos a los numerosos niños y adolescentes cuya dignidad es vulnerada, un fenómeno que está surgiendo en todo el mundo. Todos estamos llamados a actuar responsablemente para prevenir cualquier tipo de abuso y garantizar que nuestros niños crezcan en paz", declaró también el Santo Padre en su discurso.
"Pienso en la pobreza, -agregó-, presente en tantas zonas rurales, y la consiguiente necesidad de una acción amplia, que involucre a múltiples fuerzas civiles, religiosas y sociales, para remediarla y ofrecer alternativas viables a la emigración", indicó.
Francisco consideró que el gran número de emigrantes muestra "la dificultad de ofrecer a todos un trabajo que produzca un beneficio equitativo y garantice a las familias unos ingresos que correspondan a sus necesidades básicas".
En su intervención, el Papa señaló una serie de "heridas sociales", como "el consumo excesivo de alcohol entre los jóvenes y la formación de pandillas violentas".
"Aunque los problemas no faltan -como ocurre con cualquier pueblo y en todo momento-, los insto a tener confianza y mantener una mirada esperanzada hacia el futuro", añadió.
"Este es un país hermoso, pero lo mejor que tiene este país es su gente. Amen a su pueblo", pidió a los dirigentes políticos.
Recursos naturales
En uno de los discursos más largos de su 45° viaje internacional, Francisco defendió una gestión adecuada de los recursos naturales, como "las reservas de petróleo y gas, que podrían ofrecer posibilidades de desarrollo sin precedentes", invitando a la formación de la próxima clase dominante del país.
Destacando que el 65% de la población de Timor Oriental tiene menos de 30 años, el Papa destacó la atención a la educación como inversión prioritaria, poniendo en el centro a "los niños y a los jóvenes", y al diálogo entre generaciones, que produce "sabiduría". ".
Tras saludar las "excelentes" relaciones diplomáticas entre la Santa Sede y Timor, Francisco afirmó que las instituciones de la Iglesia católica "están al servicio de todos".
Bajo el amparo de la Virgen
La intervención concluyó con una oración a la patrona del país, la Virgen de Aitara.
"Que Ella los acompañe y los ayude siempre en la misión de construir un país libre, democrático, solidario y alegre, donde nadie se sienta excluido y todos puedan vivir en paz y con dignidad. ¡Dios bendiga a Timor Oriental!", concluyó.
La reunión había sido inaugurada por el discurso del presidente de Timor Oriental, José Ramos-Horta, que habló en una "visita histórica", con motivo del 25º aniversario, celebrado el 25 de abril, del referéndum en Portugal sobre la independencia de los timorenses, y del 35º aniversario de la visita de Juan Pablo II, quien "puso la causa de la autodeterminación de Timor Oriental en la agenda global".
"Con las enseñanzas de su santidad, Papa Francisco, nos inspiraremos para construir una casa común que sea aún más tolerante, más pacífica, inclusiva y fraterna. Sus palabras, iluminadas de sabiduría y compasión, nos guiarán y fortalecerán en nuestro camino", afirmó el presidente, Premio Nobel de la Paz en 1996.
Tras los discursos, los dos líderes se dirigieron a la entrada del Palacio para despedirse momentáneamente, y allí Francisco bendijo a un grupo de alrededor de un millar de personas.
Se calcula que más de 500.000 personas asistirán a la visita del Papa en la capital timorense. La misa central del viaje tendrá lugar este martes, en Tasi Tolu, el mismo lugar que acogió la celebración encabezada por san Juan Pablo II, en octubre de 1989.
La Eucaristía que presidirá Francisco incluirá oraciones en portugués, tetum y otras seis lenguas locales.+